"Rusia apoya los llamamientos del secretario general de la ONU (...) y el comisario general de la UNRWA a Israel de respetar sus compromisos en materia de derecho internacional, revocar o no aplicar los citados proyectos de ley", indicó el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado publicado en su portal oficial.
Según Moscú, "la parte rusa mantendrá sus esfuerzos en el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de Naciones Unidas para defender el mandato" de la UNRWA y la ayuda que ofrece este organismo a los palestinos tanto en los territorios ocupados como en los países árabes vecinos.
Las polémicas leyes fueron aprobadas por el Parlamento israelí con 87 votos a favor y 9 en contra, pese a la oposición internacional tanto de EEUU como de la Unión Europea (UE).
Exteriores denunció que este bloqueo se convertirá "en el plano práctico en otra nueva forma de castigo colectivo de millones de palestinos, para los cuales la UNRWA era y sigue siendo, en esencia, la única fuente de apoyo humanitario, educación, salud y servicios sociales".
Rusia denunció que tras la entrada en vigor de estas leyes "más de 650.000 niños palestinos se verán privados de la posibilidad de asistir a las escuelas".
"Estas decisiones fueron aprobadas en el marco de un derramamiento de sangre sin precedentes en la zona del conflicto árabe-israelí. A consecuencia de la operación militar israelí la franja de Gaza se convirtió durante el último año en una zona ininterrumpida de acciones bélicas con los mayores bombardeos de civiles desde la Segunda Guerra Mundial", señaló la diplomacia rusa.
En estas condiciones, la UNRWA era la última vía de supervivencia de los palestinos en Gaza, subrayó Moscú, al señalar que 237 empleados de la organización han perdido la vida durante el conflicto, muchos de ellos junto a sus familias, y cerca de 200 instalaciones han sido destruidas por los bombardeos.
"Esto ha sido la mayor pérdida en un breve lapso de tiempo sufrida por la ONU desde su fundación", constató Exteriores.
La UNRWA fue establecida en 1950 por la ONU y presta servicios sociales a más de cinco millones de refugiados palestinos -muchos descendientes de los cientos de miles de desplazados por la creación del Estado de Israel- que viven ahora en la Franja de Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria y Jordania.
Israel alega sin pruebas que más del 10 % del personal de la UNRWA en Gaza tiene vínculos con Hamás, y que sus centros educativos, muchos de ellos bombardeados durante la guerra en Gaza pese a la presencia de civiles gazatíes desplazados, incitan al odio contra Israel .