En Metula, la localidad más al norte de Israel, los fallecidos son cuatro trabajadores tailandeses y uno israelí, que trabajaban en el campo.
Según el diario israelí Haaretz, las fuerzas armadas les habían permitido entrar en el área a pesar de tratarse de una zona militar cerrada, dado no sólo el constante intercambio de fuego con el grupo chií libanés Hizbulá en la frontera, sino también las incursiones terrestres del Ejército israelí en el sur de Líbano.
En total, dos proyectiles impactaron en el lugar donde se encontraban los trabajadores, informó el periódico israelí Yediot Ahronot.
"El Estado está normalizando esta situación", criticó el alcalde de la ciudad, David Azoulai, en declaraciones al diario, según el cual los trabajadores agrícolas acudían periódicamente a la zona a recoger manzanas y cuidar de los árboles, a pesar de la situación.
Metula es la localidad más al norte de Israel y se encuentra a apenas 150 metros de la frontera con Líbano, lo que ha hecho de ella objetivo habitual de los cohetes de Hizbulá, si bien el pueblo lleva más de un año completamente evacuado.
En Kirya Ata, una mujer de 60 años y un hombre de 30 perdieron la vida en un olivar cerca del cruce de Gilam, donde impactaron los cohetes.
"Nos llamaron al olivar y vimos a un hombre de unos 30 años tirado en el suelo, inconsciente. Comenzamos las maniobras de reanimación mientras realizábamos más búsquedas, durante las cuales localizamos a otra víctima, también en estado crítico Le brindamos tratamiento médico y realizamos la reanimación, pero, lamentablemente, tuvimos que declarar a ambas muertas", explicaron los efectivos del MDA.
Ya de madrugada, Hizbulá reivindicó el lanzamiento de varios ataques con "andanadas de misiles" y proyectiles contra cuatro asentamientos del norte de Israel, entre los que se encuentra Kiryat Shmona, a unos siete kilómetros de Metula.
En otras notas Hizbulá reivindicó también ataques similares y con "proyectiles artilleros", "concentraciones de tropas del enemigo israelí" en la zona de Khiam, en la frontera entre Líbano e Israel.
Desde el 8 de octubre de 2023, cuando Hizbulá comenzó a lanzar cohetes contra Israel en solidaridad con el pueblo gazatí, el Ejército y el grupo proiraní mantienen un intercambio de fuego constante que se ha cobrado vidas a ambos lados de la frontera.
En Líbano, más de 2.800 personas perdieron la vida en el último año, la mayoría desde que Israel intensificó su campaña de bombardeos a finales de septiembre. En el lado israelí, han muerto cerca de 70 personas, de las cuales casi la mitad son civiles.