El convoy de los vigilantes y milicianos regresaba de dar el pésame a la familia de un colega fallecido cuando sufrió una emboscada en Baure, un pueblo del área de gobierno local de Safana, informó el portavoz de la Policía de Katsina, Abubakar Sadiq Aliyu, en un comunicado remitido este sábado a EFE.
"Lamentablemente, 21 personas fueron asesinadas a tiros como resultado del ataque", ocurrido el pasado martes, afirmó Aliyu.
"Actualmente se están realizando esfuerzos para garantizar el arresto de los autores de este vil acto", subrayó el portavoz.
Sin embargo, testigos declararon a medios locales que al menos 25 personas murieron en el ataque, mientras que desapareció un número indeterminado de aldeanos.
"Rescatamos a más de 20 personas durante el ataque (...). Hasta ahora se ha confirmado la muerte de un total de 25 personas, mientras que muchas otras siguen desaparecidas", dijo un testigo al diario Premium Times bajo condición de anonimato.
Otro testigo relató que los atacantes "tendieron una emboscada en el camino y abrieron fuego contra el vehículo que transportaba a los vigilantes, matando a algunos de ellos".
"Además de la emboscada, los bandidos aprovecharon nuestro día de mercado y siguieron a la gente hasta sus casas, matando a muchos", agregó.
Aunque ningún grupo reivindicó el ataque, Katsina y otros estados del centro, norte y noroeste de Nigeria soportan una violencia incesante de grupos de "bandidos", que piden cuantiosos rescates y a quienes las autoridades tildan a veces de "terroristas".
A esta inseguridad se suma la provocada desde 2009 por la actividad del grupo yihadista Boko Haram en el noreste del país y, a partir de 2016, también de su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP).