"Los resultados de las elecciones de 2024 confirman que nos enfrentamos a una crisis existencial: este es un momento en el que el CNA debe renovarse o perecer", afirmó Ramaphosa ante miles de seguidores en el estadio Mandela Park de Ciudad del Cabo (suroeste).
Un CNA renovado "debe imponer disciplina en sus filas", aseveró el mandatario en un discurso de celebración del 113 aniversario que el partido cumplió el pasado 8 de enero.
"A medida que la renovación cobra impulso, aquellos cuya conducta está en conflicto con nuestros valores y principios –los criminales, los corruptos, los arribistas, los extorsionadores, los faccionalistas y aquellos que trabajan activamente contra la organización– se encontrarán fuera del CNA", avisó Ramaphosa.
El líder sudafricano enfatizó que, "para cualquier movimiento de liberación o partido progresista, perder una mayoría en el gobierno es un revés estratégico" y, sin una respuesta eficaz, "un revés de ese tipo puede detener o hacer descarrilar el progreso de la transformación socioeconómica".
Entre las razones del "declive electoral" citó "el estado de la economía reflejado en la crisis del desempleo", así como "los servicios básicos deficientes" o las" debilidades organizativas del CNA y su imagen dañada".
Así, Ramaphosa declaró 2025 como "el año de la renovación para hacer del CNA un instrumento más eficaz del pueblo".
"¡El pueblo gobernará! ¡El pueblo compartirá la riqueza del país!", concluyó.
La celebración del aniversario del CNA, fundado en 1912 en la ciudad de Bloemfontein (centro) pero solo legalizado en 1990, se produce este año cuando la influencia del partido se encuentra en horas bajas tras las elecciones generales del pasado 25 de mayo.
En esos comicios, el CNA logró solo un 40,18 % de los votos, perdiendo la cómoda mayoría absoluta que mantenía desde la instauración de la democracia en 1994, y se vio obligado a formar un histórico Gobierno de unidad nacional.
El Ejecutivo integra un total de once partidos, incluida la Alianza Democrática (DA, centroderecha liberal), hasta ahora principal fuerza de la oposición y cuyo voto está tradicionalmente asociado a la minoría blanca del país (7,7 % de la población).
El CNA no había hecho más que perder apoyo en los últimos años, salpicado por casos de corrupción y desgastado por los problemas que afectan al país, como el elevado desempleo, la criminalidad o la escasez energética.