"La devastación es, francamente, increíble", declaró el líder político regional, David Crisafulli, en una conferencia de prensa desde Townville, una de las ciudades más afectadas por el desastre.
Cientos de casas, negocios y granjas se han visto anegadas a raíz de las copiosas precipitaciones de los últimos días, que han provocado el desborde de varios ríos de la zona.
"Esta será una recuperación que durará una semana o un mes, esto llevará algún tiempo", subrayó Crisafulli, al destacar la necesidad a corto plazo de abastecimiento de agua potable y ayuda sobre el terreno, así como recuperar el suministro eléctrico para más de 7.000 hogares.
Según el departamento de meteorología, en 3 días se registró una cantidad de lluvia equivalente a la caída en más de 6 meses en Townsville, a cuyos residentes evacuados se les permitió regresar desde hoy a sus hogares.
El organismo señaló hoy que las precipitaciones persistirán durante la presente jornada a una menor intensidad y que todavía existe el riesgo de "inundaciones y riadas menores".
"Estamos viendo una mejora general de las condiciones (...) las situaciones de riesgo y evacuación son ahora mucho menos probable", indicó en la rueda de prensa Luke Shelley, director del departamento de Respuesta y Preparación para Desastres en Queensland.
Durante el domingo, una mujer de 63 años perdió la vida en la ciudad de Ingham cuando el bote de los equipos de rescate en el que era trasladada volcó al chocar con un árbol y fue arrastrada por la corriente, la única víctima mortal registrada por el desastre.
Entre los daños material destaca el derrumbe de un puente vital para la infraestructura vial de la región y que dificultará durante semanas la llegada de ayuda humanitaria, para cuyo reparto se movilizará a efectivos del Ejército.
Australia, uno de los países más contaminadores si se tienen en cuenta las exportaciones de combustibles fósiles, ha sufrido en los últimos años graves sequías, inundaciones e incendios forestales debido en parte al calentamiento global por el exceso de los gases de efecto invernadero en la atmósfera.
En diciembre 2023, centenares de habitantes de Wujal Wujal, comunidad aborigen en Queensland, quedaron aislados durante días por las inundaciones causadas por el ciclón Jasper. En marzo de ese año ese mismo estado registró un récord de inundaciones debido a fuertes lluvias.