"Para nosotros este fallecimiento marca un hito en la historia de Costa Rica por cuanto es la primera vez que un agente del OIJ es asesinado por la función propia de su cargo, en este caso, por investigar a un grupo criminal que decidió acabar con la vida de este compañero", declaró el director del OIJ, Randall Zúñiga.
Zamora, quien se desempeñaba como subjefe de la oficina del OIJ en el cantón de Pococí, provincia de Limón (Caribe), fue atacado a balazos la noche del viernes, durante su tiempo libre y frente a un restaurante de esa localidad. Desde ese día permanecía internado en estado crítico en un hospital hasta su deceso este martes.
"Este es el momento para unirnos y construir una mejor Costa Rica, para que exista una conciencia social de que el principal riesgo que tiene la democracia es el crimen organizado y debemos luchar para revertir esto", expresó Zúñiga.
El director del OIJ hizo un llamado a los altos cargos del país para que busquen "un dialogo y un consenso en contra del crimen organizado" y que terminen con "los discursos de odio que polarizan el país", en medio de un incremento de los homicidios durante los últimos años.
El Gobierno del presidente Rodrigo Chaves ha responsabilizado al Poder Judicial y al Legislativo por las "leyes blandas" y por las medidas alternativas a prisión, mientras que la Fiscalía y el OIJ han insistido en la necesidad de aumentar el presupuesto para luchar contra las organizaciones criminales.
Este martes, el presidente Chaves lamentó el ataque "cobarde" contra el agente judicial, envió sus condolencias a la familia y reiteró su postura en pro de endurecer las leyes y no necesariamente gastar más presupuesto.
"Esto nos debe hacer reflexionar de por qué en este país tenemos que endurecer nuestras leyes contra el sicariato y el narcotráfico. No es un tema de gastar más dinero, es un tema de asegurarse de que quienes son un peligro para la sociedad sean puestos en la cárcel y se mantengan en la cárcel", declaró el mandatario.
Por el asesinato de Zamora, hay un sospechoso detenido de apellido Guadamuz, de 20 años, a quien un juez dictó un año de prisión preventiva.
En los últimos años, Costa Rica, país reconocido por su pacifismo y tranquilidad, ha experimentado un fuerte incremento en los homicidios, la mayoría atribuidos a sicarios de bandas narcotraficantes.
En 2024 este país registró 880 homicidios, la segunda cifra más alta de su historia, y alcanzó una tasa de 16,6 por cada 100.000 habitantes, según los datos del OIJ.
En 2023, Costa Rica sufrió la mayor cantidad de homicidios de su historia con 905, lo que representó un aumento del 38 % en comparación con 2022.
En el primer mes de 2025 las autoridades contabilizaron 73 homicidios, tres más que en el mismo periodo de 2024.