El grupo, formado por cinco de los catorce vicepresidentes del Parlamento Europeo -incluyendo a los dos españoles, Javi López (PSOE) y Esteban González Pons (PP), se reunió este martes por segunda vez después de que la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, le pidiera en octubre que explorara las consecuencias prácticas, presupuestarias y políticas de esta solicitud del Gobierno español.
Antes de esto, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, había escrito a Metsola una carta para pedirle que permitiera el uso de las tres lenguas cooficiales españolas subrayando que son "un elemento esencial en la identidad nacional española", inherente a sus estructuras políticas y constitucionales fundamentales.
El grupo de trabajo arrancó su labor en diciembre estudiando el encaje jurídico de la propuesta y continuó hoy este debate sobre el "marco legal" aplicable al caso, dijeron fuentes parlamentarias.
El grupo, que preside el liberal eslovaco Martin Hojsík y en el que también están el francés de La Izquierda Younous Omarjee y la ultraconservadora italiana Antonella Sberna, revisó asimismo los casos de "otras lenguas con reconocimiento constitucional en Europa", si bien la fuente precisó que no hablaron de "ningún caso comparable a la petición" del Gobierno español.
En este debate, Madrid defiende que estas tres lenguas están recogidas en la Constitución española, que se hablan con el Congreso y el Senado y que, en el caso del catalán, su número de hablantes supera a otros idiomas oficiales como el danés, el finlandés o el sueco. El Gobierno también arguye que el carácter singular de este caso impediría que otros países con propuestas en la misma línea lo usasen como precedente.
Está previsto que la siguiente reunión de este grupo, agendada para abril, aborde "cuestiones operacionales" y explore cómo se organiza el Parlamento Europeo cuando en su hemiciclo se acogen, por ejemplo, sesiones del Comité Europeo de las Regiones en el que sí se pueden utilizar estas lenguas cooficiales en virtud de un acuerdo administrativo con España.
El hemiciclo del Parlamento Europeo en Bruselas cuenta con 27 cabinas de interpretación, mientras que el de Estrasburgo (Francia), donde se celebran doce sesiones plenarias al año, tiene 28.
Las conclusiones a las que llegue este grupo de trabajo contribuirán a la decisión que debe tomar la Mesa del Parlamento Europeo, que componen la presidenta Metsola y los catorce vicepresidentes.
En la legislatura actual, los socialdemócratas (5), verdes (1) e izquierda (1) -que en principio serían favorables a la idea- suman siete de estas catorce vicepresidencias, mientras que los populares (3) y ultraconservadores (2) -en contra- cuentan con cinco.
Los liberales, cuya posición no está definida tras la desaparición de Ciudadanos, cuentan con las dos vicepresidencias restantes, que podrían desequilibrar la balanza o crear una situación de empate que debería romper la presidenta.
El proceso en el Parlamento Europeo es, no obstante, independiente a la solicitud del Gobierno español de que estas tres lenguas sean oficiales en toda la Unión Europea, un debate que tiene lugar en el Consejo de la Unión Europea -donde están representados los gobiernos- y que Madrid impulsó durante la presidencia española del Consejo pero continúa encallada.