Los arrestos se registraron el sábado en un hotel de Yakarta tras la redada realizada por una unidad policial, donde los oficiales afirman que encontraron como pruebas "condones, lubricantes y medicamentos contra el VIH".
El portavoz de la policía, Ade Ary Syam Indradi, declaró el lunes por la noche a los medios que tres de los sospechosos, quienes reservaron la habitación e invitaron al resto del grupo, podrían ser procesados bajo el artículo 33 del Código Penal, conocido como la ley de pornografía.
Esta ley castiga a cualquier persona que financie o facilite cualquier acto de pornografía y estipula una condena de entre 2 y 15 años de cárcel.
"La policía debería dejar de realizar redadas en espacios privados y modificar la ley contra la pornografía, que actualmente considera que las relaciones homosexuales son 'desviadas'", declaró hoy a EFE Elaine Pearson, directora para Asia de Human Right Group (HRW).
"Penalizar las relaciones homosexuales es discriminatorio y este tipo de leyes son un problema, ya que se convierten en un pretexto para la detención arbitraria e incluso la extorsión, lo que deja a las personas expuestas al chantaje y otros abusos", remarca en un mensaje la activista en favor de los derechos humanos.
La homosexualidad no es ilegal según las leyes de Indonesia, salvo en la provincia nororiental de Aceh donde se aplica la sharia y el sexo entre personas del mismo sexo se castiga con 100 latigazos.
Sin embargo, la homosexualidad se considera un tema tabú en este país -con el mayor número de musulmanes del mundo- y el uso de leyes como la de pornografía es a menudo usada contra el colectivo LGTBI.
En mayo de 2017, más de 140 hombres fueron detenidos durante una redada a una sauna gay de la capital. Diez de los arrestados en aquella ocasión fueron condenados a penas de entre dos y tres años de prisión por vulnerar la ley de pornografía.
HRW y otras oenegés, como Amnistía Internacional, han denunciado en varias ocasiones que existe un entorno "cada vez más hostil" para la comunidad gay en Indonesia.