El Gobierno italiano niega que el represor libio liberado le ayude a frenar la inmigración

Roma, 5 feb (EFE).- El ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, afirmó este miércoles que el libio Osama al Masri, buscado por la Corte Penal Internacional (CPI), no es un "interlocutor" en la gestión de la inmigración irregular, al comparecer ante el Parlamento por su polémica repatriación.

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"Quiero subrayar de forma preliminar que jamás ha sido un interlocutor del Gobierno en hechos relativos a la gestión y combate del complejo fenómeno migratorio", aseveró Piantedosi al tratar esta cuestión en la Cámara de los Diputados.

Osama al Masri fue detenido el 19 de enero en la ciudad de Turín (norte), siguiendo la orden de arresto internacional del Tribunal de La Haya, pero fue liberado por un error burocrático y después devuelto a su país a bordo de un avión estatal.

Piantedosi y el ministro de Justicia, Carlo Nordio, han sido llamados hoy a dar explicaciones en el Parlamento.

Estos hechos han provocado que la Fiscalía de Roma haya abierto una investigación a ambos, así como a la primera ministra, Giorgia Meloni, y a su subsecretario de Presidencia, Alfredo Mantovano, para determinar si incurrieron en algún delito al repatriarlo.

Al Masri está acusado por la CPI de graves crímenes de guerra y de lesa humanidad en Libia desde febrero de 2015, entre asesinatos, tortura o violación como responsable de cárceles libias como la de Mitiga, en las afueras de Tripoli.

Piantedosi aseguró hoy que Al Masri no ayuda al Gobierno en la gestión de la inmigración, pues Roma desde el 2017 mantiene acuerdos con las autoridades de Tripoli para que patrullen sus aguas e intercepten posibles pateras con inmigrantes.

Sobre la orden de arresto de la CPI, explicó que fue pedida por la Fiscalía internacional el 2 de octubre y solo se emitió el 18 de enero, cuando Al Masri acababa de entrar en Italia.

El ministro ilustró, con tono de crítica, que esta orden de captura fue emitida cuando el caudillo había pasado por varios países europeos.

En concreto, apuntó que el 13 de enero salió de Reino Unido y entró en area Schengen por el Canal de la Mancha para llegar a Francia, Bruselas y Alemania. En este último país, de hecho, la policía le hizo un control en la carretera pero no tomó medidas.

Piantedosi dijo que, tras su detención en Turín, la noche del 19 de enero, las autoridades italianas constataron en el pasaporte de Al Masri que había pasado por varios países y que incluso tenía un visado de diez años de Estados Unidos.

El represor libio fue liberado por el Tribunal de Apelación de Roma poco después de su detención y la noche del 21 de enero el Gobierno lo sacó del país por su "peligrosidad" y por "motivos de seguridad del Estado y de la tutela del orden público".

Antes de Piantedosi, compareció el ministro de Justicia, Carlo Nordio, quien aseveró que la orden de arresto de la CPI era "informal" y estaba escrita en inglés.

"Se trataba de una comunicación absolutamente informal, de pocas líneas, sin datos identificativos y carente de la medida en cuestión y sus motivos. No traía adjunto ni siquiera la petición de extradición", afirmó ante el Parlamento, suscitando las quejas de la oposición.

En el momento de la réplica, la secretaria del Partido Demócrata y jefa de la oposición, Elly Schlein, denunció que quien tiene que declarar ante el Parlamento es la propia Meloni por haber liberado a "un torturador" y haberlo llevado a su país "como un héroe", en un avión estatal.

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