Los paramilitares retuvieron a 66 efectivos del mecanismo conjunto de verificación y monitoreo, que fueron liberados tras 34 horas detenidos, y 23 vehículos de un convoy que se dirigía de Abyei, de Kordofán oeste, a Kadugli, capital del estado de Kordofán Sur, para transportar 280.000 litros de diésel, dijo la misión en un comunicado.
Al llegar al puesto de control de Nyama, fronterizo con Sudán del Sur, fue detenido por un grupo armado de 30 combatientes de las FAR que obligaron a ocho contratistas kenianos a salir de sus camiones.
"Tras varios intentos de negociación, las FAR obligaron a los conductores secuestrados a conducir los camiones hasta Babanusa, en Kordofán Oeste", se apunta.
Los camiones aún no han sido devueltos y permanecen retenidos en un lugar desconocido, según la misión, que calcula que el valor del combustible incautado es de aproximadamente 520.000 dólares.
Hasta el momento, las FAR no han reaccionado ante esta información.
El mes pasado, la fuerza de la ONU denunció el robo de vehículos "por pistoleros no identificados" dirigidos contra su personal y contratistas en el norte de Abyei, una rica región en petróleo, y disputada por Sudán y Sudán del Sur
"Estos secuestros no sólo son inaceptables, sino que suponen una grave amenaza para la seguridad del personal de mantenimiento de la paz y pueden obstaculizar la ejecución efectiva del mandato de UNISFA", dijo entonces la misión.
La guerra en Sudán estalló el 15 de abril de 2023 por el desacuerdo entre el ejército y los paramilitares respecto a la inclusión de los segundos en el poder surgido tras el golpe de Estado de 2021, que acabó con el efímero intento de democratización del país tras el derrocamiento en 2019 del dictador Omar Al Bashir.
El conflicto ha provocado la muerte de decenas de miles de personas y ha obligado a más de doce millones a abandonar sus hogares para escapar de la violencia, mientras que otros tres millones han buscado refugio en otros países.