Trinidad y Tobago, que fue colonia británica hasta su independencia en 1962, es escenario de una escalada de la violencia por parte de bandas criminales que ha llevado al Gobierno a imponer un estado de emergencia y a algunos ciudadanos a optar por abandonar el país.
Ante la decisión de Londres, el ministro trinitense de Asuntos Exteriores, Amery Browne, dijo en un comunicado que el Gobierno considera que la respuesta "no es proporcionada" ya que las autoridades británicas les habían comunicado que era un número "relativamente pequeño" el de sus nacionales que viajaban al Reino Unido como turistas y luego solicitaban asilo tras su llegada.
"Hemos expresado nuestra decepción con el nuevo requisito de visado y mantendremos un diálogo constante con nuestros homólogos británicos. No creemos que los viajeros habituales al Reino Unido deban verse afectados negativamente por un número relativamente pequeño de personas que han intentado abusar del sistema de inmigración británico", añadió.
Según explicó Dean, habrá un periodo de transición de seis semanas, hasta el 23 de abril, durante el cual los visitantes que hayan reservado su viaje y obtenido una autorización electrónica de viaje (ETA, por sus siglas en inglés) antes de los cambios, podrán seguir entrando en Reino Unido sin visado.
El alto comisionado señaló que también hay un periodo de transición para los pasajeros que transiten por Reino Unido, pero subrayó que el nuevo requisito significa que todos los ciudadanos de Trinidad y Tobago "deberán obtener un visado".
"En el Alto Comisionado británico, seguiremos trabajando mano a mano con nuestros colegas de Trinidad y Tobago para fortalecer nuestra asociación. Como parte de ello, queremos que sigan viajando a Reino Unido tanto como los británicos lo hacen a Trinidad y Tobago", sentenció.
Trinidad y Tobago sigue siendo uno de los destinos favoritos de los británicos. Casi 300.000 personas procedente de Reino Unido llegaron al país insular por vía aérea o marítima en 2024, según las estadísticas del Gobierno trinitense, cifra que se eleva a casi medio millón si se tienen en cuenta las llegadas de cruceros.
Según el informe del Ministerio del Interior británico, las solicitudes de asilo procedentes de las islas caribeñas se han multiplicado por nueve en los últimos años, pasando de una media de 49 al año entre 2015 y 2019 a 173 en 2022 y 348 en 2023.
Asimismo, se reflejó este incremento en las 439 solicitudes que se registraron en el último año, en las que además, los trinitenses aseguraban que solicitaban asilo en Reino Unido por el aumento de la violencia en la nación caribeña.
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, que dimitirá de su cargo el 16 de marzo, estableció en enero un estado de emergencia en el país para "restablecer el equilibrio" debido a la amenaza a la seguridad nacional que representan los asesinatos en represalia y el uso de armas de alta potencia.
Trinidad y Tobago registró en 2024 623 homicidios, un número superior al anterior récord de 2022 (605), y en el 2023 se ubicó en el puesto 12 entre los países más violentos del mundo por la cantidad de muertes violentas por cada 100.000 habitantes.