Tras “48 años de su martirio, el Estado salvadoreño sigue protegiendo a los actores intelectuales de este crimen de lesa humanidad”, publicó la ONG en sus redes sociales a propósito del 48 aniversario del hecho.
La organización indicó que este día “conmemoramos y reivindicamos el martirio del padre Rutilio Grande, Manuel Solórzano y el joven Nelson Rutilio Lemus”, estos dos últimos asesinados junto a Grande.
“Rutilio acompañó y denunció toda arbitrariedad y abuso contra un pueblo vulnerable, desprotegido y oprimido, siendo una luz de esperanza para las grandes mayorías”, reseñó.
Tutela Legal, una organización que brinda asistencia legal a familiares de víctimas de la guerra civil, añadió que “el padre Grande nos invita a seguir denunciando todos los atropellos e injusticias contra el pueblo salvadoreño y que seamos símbolo de lucha y resistencia para construir un país donde se respeten y garanticen los derechos humanos y el medio ambiente”.
El asesinato de Grande y sus compañeros, que lo acompañaban el día del hecho, se dio a las puertas de la guerra civil salvadoreña (1980-1992), que en 12 años de conflicto interno se saldó con 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos.
El religioso se dirigía a la remota localidad de El Paisnal (norte) su lugar de nacimiento y donde vivía, a celebrar un acto religioso cuando fue emboscado y asesinado.
Hasta el momento, se desconoce si la Fiscalía salvadoreña investiga el asesinato de Rutilio Grande y sus compañeros.
Grande fue asesinado por escuadrones de la muerte el 12 de marzo de 1977 y fue beatificado en 2022 por el papa Francisco.
Los escuadrones de la muerte fueron grupos paramilitares de extrema derecha conformados por militares y policías sin uniforme que ejecutaron acciones en contra de opositores políticos o de sospechosos de ser guerrilleros.