"En la región de Kursk fue incoada una causa penal por estafa durante la fabricación y suministro de pirámides de hormigón (dientes de dragón)", informó en Telegram la portavoz del Ministerio de Interiores rusos, Irina Volk.
Según la representante de Interior, "las autoridades sospechan de estafa a funcionarios de la Corporación para el Desarrollo de Kursk y otras dos entidades comerciales" que firmaron contratos para producir estas estructuras de hormigón.
"Se estableció preliminarmente que dichas entidades suministraron tetraedros de calidad inadecuada. La dureza del hormigón era dos veces menor que la de las características declaradas. Esto fue confirmado durante el peritaje técnico efectuado durante el estudio de muestras" de los dientes de dragón, afirmó.
Volk indicó que los daños ocasionados superaron los 156 millones de rublos (1,8 millones de dólares).
"En estos momentos continúa la investigación vinculada a la causa penal (...) con el fin de establecer todas las circunstancias de lo sucedido", concluyó.
La semana pasada la Fiscalía rusa presentó una demanda contra la compañía, en la que exigió a su director una compensación de más de 3.200 millones de rublos (casi 36 millones de dólares) por malversación de fondos en los contratos para la construcción de infraestructuras defensivas en la región.
El Ejército ucraniano lanzó en agosto pasado una incursión en esta región y llegó a controlar unos 1.500 kilómetros de territorio ruso, que Ucrania pensaba utilizar como moneda de cambio en las futuras negociaciones de paz, pero el avance ruso de la última semana echa por tierra estos planes.
Rusia ha recuperado en apenas unos días buena parte del territorio que controlaba Ucrania en la región de Kursk, conquistado el verano pasado en una ofensiva sorpresa, y las tropas ucranianas podrían verse obligadas a abandonarla por completo ante la presión rusa.
