El primer ministro de Pakistán pide unidad nacional tras el secuestro de tren de pasajeros

Islamabad, 13 mar (EFE).- El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, llamó este jueves a la unidad nacional y al diálogo durante su visita a la conflictiva provincia de Baluchistán, donde insurgentes secuestraron el martes un tren con 440 pasajeros, que fueron liberados tras una larga operación del Ejército que concluyó anoche.

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"La unidad nacional y la solidaridad son más necesarias que nunca. Continuaremos con nuestra política, pero en el asunto crucial de salvar al país del terrorismo, debemos unirnos", declaró Sharif desde Quetta, capital del Baluchistan, en el suroeste de Pakistán, durante un discurso televisado a la nación.

En su alocución, el primer ministro paquistaní pidió a todos los líderes políticos y al poderoso estamento militar que se sienten a conversar para decidir la mejor forma de acabar con el terrorismo.

Sin embargo, Sharif lamentó que "desafortunadamente, existe una brecha".

Pakistán está sumido en una profunda crisis política, con el ex primer ministro Imran Khan en prisión desde agosto de 2023, acusado en cientos de casos, mientras él y su partido acusan al Gobierno de Sharif y al Ejército de haberse apoderado del país de manera ilícita tras derrocarlo mediante una moción de censura un año antes.

Hablando de Baluchistán, una región rica en recursos naturales pero en la que operan numerosos grupos separatistas, que denuncian que Islamabad explota sus recursos sin beneficios para la población local, Sharif dijo que Pakistán no se desarrollará por completo hasta que acabe el terrorismo en ella.

"El país no puede desarrollarse hasta que termine el terrorismo en Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán", señaló.

Mientras que en Baluchistán operan grupos separatistas, la provincia norteña de Khyber Pakhtunkhwa es el foco de los talibanes paquistaníes, hermanados ideológicamente con los fundamentalistas afganos.

Ambas provincias han experimentado un aumento de la violencia armada en los últimos años, con ataques frecuentes contra las fuerzas de seguridad pero que también están dirigidos en ocasiones contra civiles y trabajadores extranjeros.

Una de estas últimas acciones insurgentes tuvo lugar el pasado martes, cuando el Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) secuestró el tren Jaffar Express en el que viajaban 440 pasajeros, incluidos más de cien miembros de las fuerzas de seguridad.

El tren fue asaltado cuando cubría el trayecto entre Quetta y Peshawar, en Khyber Pakhtunkhwa. Los insurgentes pusieron una bomba en las vías para obligarle a detenerse, tras lo que tomaron como rehenes a los pasajeros.

El secuestro dio paso a un largo enfrentamiento entre los insurgentes y las fuerzas de seguridad que finalizó anoche, según el Ejército paquistaní, que indicó que 21 personas murieron durante el secuestro, mientras que cuatro soldados y 33 militantes del BLA fallecieron durante la operación de rescate.

Los cuerpos de los cuatro soldados y de las otras 21 personas que murieron fueron trasladados hoy a Quetta para la celebración del funeral, dijo a EFE un funcionario, bajo condición de anonimato.

Aunque Sharif elogió hoy el plan de acción de las fuerzas de seguridad, advirtió que no pueden permitirse se repita de nuevo este incidente.

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