La voluntad del Gobierno español y de la UE es, como siempre, la de "hablar, negociar y entendernos", apuntó, antes de sentenciar que "con las guerras comerciales no gana nadie y, desde luego, no ganan los ciudadanos".
El ministro dejó claro que siempre "hay que atenerse a los hechos", después de precisar que por ahora "solo hay un anuncio, como otros anuncios, que van y vienen", publicado en una red social, sobre la imposición de aranceles por parte de EE.UU. del 200 % para el vino, el champán y bebidas espirituosas europeas.
"Lo importante son los hechos y, sobre todo, el método", sentenció, antes de añadir al respecto que el Gobierno de España "mantiene la serenidad, pero también la firmeza" ante estos cambios arancelarios.
El titular de agricultura hizo referencia a que la Comisión Europea, "como es su deber y obligación, en nombre de los Estados miembros", respondió inmediatamente hace unos días a la imposición de aranceles por parte de EE.UU. con la imposición de otros por valor de 26.000 millones de euros.
También recordó que la exportación agroalimentaria de España a EE.UU. ascendió a 3.609 millones de euros en 2024, de los que en torno a mil corresponden a envíos de aceite de oliva y 335 millones a vino.
"Frente a las amenazas, lógicamente vamos a aplicar la firmeza en la defensa de los intereses de España y de la UE", recalcó, antes de comentar que las batallas comerciales que se centran en productos agroalimentarios son verdaderamente malas, ya que afectan a las familias y a la inflación en el precio de los alimentos.