"Se ha prevenido una serie de actos terroristas planeados por los servicios secretos de Ucrania contra militares que participan en la operación militar especial y funcionarios que ayudan a agrupaciones militares rusas en Ucrania", dice el comunicado.
El FSB añade que los explosivos, que fueron enviados a través de servicio postal, "debían activarse al abrir los paquetes".
Paralelamente, el FSB detuvo a un joven de 22 años en la región de Sverdlovsk acusado de trabajar para los servicios secretos ucranianos, que "en marzo de 2025 a cambio de dinero recogió los paquetes en Cheliábinsk y los mandó a través del servicio de correo nacional" a las potenciales víctimas en las ciudades de Moscú, Voronezh y las regiones de Krasnodarsk y Sarátov.
También acusaron al joven de realizar operaciones de espionaje en 2024 en la ciudad de Engels y Ekaterimburgo.
"Además del escondite (en el que se encontraba el explosivo para su recogida) en Cheliábinsk, se encontró otro escondite con cuatro explosivos similares dirigidos a militares residentes en las regiones de Tver, Rostov, Nizhni Nóvgorod y Kaluga", declararon.
Las autoridades iniciaron una investigación para averiguar la identidad de los fabricantes de los explosivos encontrados.
Según Moscú, la inteligencia ucraniana intenta reclutar a jóvenes rusos para involucrarlos en operaciones de espionaje, sabotaje y bombardeos, a menudo a cambio de dinero.