Por otra parte, la ONS dijo que el PIB se expandió en un 0,2 % en los tres meses hasta enero, respecto a los tres anteriores, impulsado por el sector de los servicios, que suponen casi un 80 % de la economía británica.
En cuando al primer mes de este año, contribuyó al descenso del PIB un menor avance de los servicios, que subieron un 0,1 % frente al 0,4 % de diciembre de 2024.
La producción, principalmente la manufacturera, disminuyó un 0,9 % en enero tras aumentar un 0,5 % en el último mes del año pasado, mientras que la construcción descendió un 0,2 % en enero, igual que en diciembre.
La directora de estadísticas de la ONS, Liz McKeown, consideró que las cifras, peores de lo esperado por los analistas, siguen mostrando "un crecimiento débil".
McKeown destacó que hubo ese retroceso del sector manufacturero en enero y, en particular, "de los sectores de extracción de petróleo y la construcción", si bien los servicios se vieron impulsados por el comercio minorista.
La contracción de la economía en el primer mes del año supone una mala noticia para el Gobierno laborista británico, que tiene como prioridad política fomentar el crecimiento.
La ministra de Economía, Rachel Reeves, atribuyó este viernes la desaceleración a que "el mundo ha cambiado y las consecuencias se sienten en todo el planeta".
Recordó que el Ejecutivo ha iniciado un programa de reforma del sector público para recortar gastos y ha cambiado la regulación para facilitar la construcción de infraestructuras, al tiempo que ha aumentado el presupuesto de defensa para hacer frente a los nuevos desafíos en Europa.