El reconocido endocrinólogo de 62 años asume el cargo en tiempos de la mayor crisis política desde que Vucic y su Partido Progresista (SNS) asumieron el poder en 2012, debido a la oleada de protestas que lideran los universitarios desde el pasado noviembre.
La mayoría parlamentaria de 155 escaños del SNS y sus socios en una cámara de 250 diputados hace que el nombramiento del nuevo gobierno se dé por hecho en los medios serbios.
Macut, sin afiliación política pero partidario de Vucic, ha propuesto un gabinete en el que 16 de los 30 ministros, incluidas las carteras más importantes, no presentan cambios respecto al gobierno anterior, liderado por Milos Vucevic, presidente del SNS de Vucic.
Vucevic dimitió el pasado 28 de enero, después de la agresión de varios simpatizantes del SNS a un grupo de estudiantes, causando heridas graves a una de ellas. Sin embargo, su renuncia no fue oficial hasta el 18 de marzo.
En el nuevo gabinete seguirán los mismos ministros en las carteras de más peso, como Exteriores, Interior, Defensa, Finanzas y Economía.
Los medios serbios destacan que no participará en el Gobierno el ultranacionalista prorruso Aleksandar Vulin, cercano colaborador de Vucic que en el pasado fue ministro de Defensa, Interior y jefe del servicio de inteligencia, y que fue sancionado por la anterior Administración de EE.UU.
Entre las caras nuevas destaca el ministro de Educación, Dejan Vuk Stankovic, un duro crítico de las protestas; y el nuevo ministro de Información, Boris Bratina, un prorruso que en 2009 quemó públicamente la bandera de la UE.
Desde la muerte de 16 personas por el derrumbe de un techo en la estación de trenes de Novi Sad en noviembre de 2024, Serbia ha vivido protestas estudiantiles multitudinarias que denuncian corrupción y exigen responsabilidades políticas.