"Estamos monitoreando de cerca y de forma activa cómo el marco comercial global y el actual microambiente es susceptible de afectarnos", explicó Faury en la junta general de accionistas que tuvo llugar hoy.
El responsable ejecutivo reconoció que resulta difícil evaluar los posibles impactos con la "volatilidad" y la "incertidumbre" que se viven ahora, en una apenas velada alusión a los cambios de rumbo dados en las últimas semanas por el presidente Donald Trump en sus anuncios sobre la imposición o la retirada de aranceles.
El máximo ejecutivo de Airbus se remitió a las proyecciones que su grupo había hecho para 2025 al presentar los resultados del pasado año, y en particular eso significa entregar 820 aviones comerciales, frente a 766 en 2024.
Además, la empresa espera elevar su resultado neto operativo (ebit) hasta 7.000 millones de euros en términos ajustados (5.354 millones el ejercicio pasado) y un flujo de caja de 4.500 millones.
Insistió en que esas metas estaban condicionadas a que no se produjeran nuevas perturbaciones en el comercio mundial o en la economía, en el tráfico aéreo o en la cadena de suministros.
Además, también se presupone la integración de una parte de los activos de su proveedor Spirit AroSystems, con un cierre de la operación previsto el próximo 1 de julio.
Faury hizo hincapié en que una de sus dos grandes prioridades es continuar con el aumento de la cadencia de producción de sus aviones comerciales.
En su familia estrella de los A320 de pasillo único, el objetivo es llegar a sacar de sus cadenas de montaje 75 unidades al mes. En el caso de los modelos de doble pasillo A330 se ha estabilizado la producción en cuatro al mes. Para el A350, se espera llegar a una cadencia de 12 al mes en 2028 y en el caso del A220, se trata de subir hasta 14 mensuales para 2026.
La segunda gran prioridad de Airbus es la transformación de su división de defensa y espacio, que registró un ebit negativo de 656 millones de euros en 2024, después de los 220 millones positivos del ejercicio precedente en 2023.
En un contexto de fuerte competencia en el negocio espacial -en particular por parte de la compañía Space X de Elon Musk, Airbus tuvo que imputar una carga de 1.300 millones en las cuentas de 2024.
Para tratar de conseguir una situación competitiva más favorable en la actividad espacial, el grupo europeo mantiene "discusiones exploratorias" con el francés Thales y con el italiano Leonardo, como recordó Faury.
Estas discusiones -se esforzó en puntualizar- "son preliminares" y por ahora no son concluyentes. Su objetivo es analizar diferentes escenarios para "consolidar y reforzar el sector europeo".
El consejero delegado insistió, por otro lado, en que "Airbus está comprometido con la defensa europea y con su autonomía estratégica", en un momento en que Estados Unidos ha dado muestras de querer abandonar al menos una parte de sus responsabilidades en la seguridad del Viejo Continente.