Ninguna de las partes implicadas, ni la propia aerolínea española ni los posibles compradores -Air France-KLM y Lufthansa- desvelan el estado de las negociaciones, pero fuentes del mercado señalan a EFE que las diferencias se centran en el precio.
La familia Hidalgo, propietaria de Globalia y esta, a su vez, del 80 % de Air Europa (el 20 % restante es de Iberia) querría mantener el control de la compañía y dar entrada a un socio industrial que le ayude a aliviar la carga financiera y a expandir el negocio.
Unos 250 millones por el 25 % del capital
Los precios que se manejan para esta operación, en la que Globalia quiere colocar en torno a un 25 % de Air Europa, se sitúan en torno a los 250 millones de euros, que supondría valorar a toda la aerolínea en unos mil millones.
Es la misma cifra que en noviembre de 2019 IAG -que integra a British Airways, Iberia, Vueling, Aer Lingus y Level- pactó pagar para hacerse con toda Air Europa, aunque luego la pandemia hundió al sector y la oferta final se redujo a 500 millones.
Sin embargo, la Comisión Europea puso tantas limitaciones -la obligación de deshacerse de rutas y frecuencias para asegurar la competencia en el mercado sobre todo con América Latina y en Europa- que Iberia desistió de la operación en agosto de 2024.
El consorcio Air France-KLM no ha querido comentar las supuestas ofertas por Air Europa. Un portavoz se ha limitado a recordar a EFE la posición mantenida por el grupo franco-holandés desde hace meses: "las discusiones están en marcha".
Air France-KLM está interesado en desarrollarse en la península Ibérica y examina dos posibilidades: su entrada en la portuguesa TAP -cuya privatización se ha vuelto a parar por enésima vez por el adelanto electoral en Portugal-, y Air Europa.
Lufthansa, que además de la aerolínea alemana engloba a Swiss, Austrian Airlines, Brussels y Eurowings, se niega también a comentar "rumores" del mercado.
Tampoco hace comentarios la Administración española, que prestó a Air Europa 475 millones para compensar el impacto de la pandemia.
IAG siempre ha dejado claro que su participación del 20 % en Air Europa -que tomó como un primer paso en su intento de hacerse con la totalidad- es solo financiera y no ha desvelado qué hará si se vende a otro grupo.
La inestabilidad de los mercados a cuenta de la política arancelaria de la Administración estadounidense tampoco dibuja el escenario más propicio para los posibles compradores, en un sector como el de turismo y viajes que necesita certezas para crecer.