El acuerdo requiere no sólo de la aprobación por parte de la mayoría de los militantes que voten sino también una participación de al menos un 20 ciento en la consulta.
Hasta ahora sólo la Unión Socialcristiana (CSU) ha dado su aprobación definitiva al acuerdo mientras que la aprobación del SPD depende del voto de las bases y la Unión Cristianodemócrata (SPD) someterá el documento a un así llamado "pequeño congreso" del partido, en el que participan la cúpula y delegados regionales.
En las últimas elecciones generales el SPD tuvo el peor resultado de su historia y fue relegado al tercer lugar por la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
El bloque conservador, formado por la CDU y la CSU, se impuso en las elecciones pero quedó muy lejos de la mayoría absoluta y la única posibilidad viable que tenía para formar una coalición era con una alianza con el SPD.
En las negociaciones la CDU/CSU tuvo que hacer concesiones programáticas al SPD además de darle siete ministerios, entre ellos dos carteras claves como Finanzas y Defensa.
Sin embargo, para algunos sectores del SPD esas concesiones no parecen suficientes para pronunciarse a favor del acuerdo de coalición. El presidente de las Juventudes Socialdemócratas (Juso), Philipp Türmer, por ejemplo, ha recomendado a sus afiliados votar en contra del acuerdo y pide renegociar algunos puntos.
El copresidente del partido Lars Klingbeil, considerado posible ministro de Finanzas y vicecanciller, ha advertido de que en caso de que las bases rechacen el acuerdo lo que vendrá no será una renegociación sino probablemente nuevas elecciones o un Gobierno en minoría de la CDU/CSU.
Además, aumentaría el peligro de que los sectores de la CDU que son partidarios de una normalización de las relaciones con la AfD se hagan más fuertes, según Klingbeil.
Entre los logros programáticos de la negociación del SPD está el haber incluido en el acuerdo de coalición la perspectiva de rebajas de impuestos para ingresos bajos y medios. Otro punto, aunque eso se ha vuelto objeto de debate, es el del aumento del salario mínimo, actualmente en 12,82 euros por euro, a 15 euros por hora.
En cuanto al salario mínimo el virtual canciller y jefe de la CDU, Friedrich Merz, ha recordado que su monto es competencia de una comisión independiente y que por lo tanto no hay un automatismo. El que Merz y el SPD interpreten de manera diferente lo relativo al salario mínimo en el acuerdo de coalición es algo que ha alimentado la desconfianza de las Juso y de otros sectores críticos del acuerdo dentro del partido.
El ministro de Trabajo en funciones, Hubertus Heil, ha tratado de serenar a los críticos diciendo que si la comisión sigue el procedimiento habitual decretará antes de 2026 el aumento del salario mínimo a 15 horas por hora.
No es la primera vez que el SPD tiene que hacer frente a la resistencia de las Juso para lograr la aprobación de un acuerdo de coalición.
Tras las elecciones de 2017, en una constelación similar aunque menos dramática que la de ahora -el SPD había tenido su peor resultado histórico pero al menos había mantenido la segunda plaza- las Juso se mostraron en contra de una gran coalición.
Sin embargo, a la postre los defensores de la gran coalición lograron imponerse en la consulta.