Renfe preveía ingresar 6.000 millones de dólares (5.200 millones de euros) por el contrato de construcción, la mayor parte de ellos, unos 4.750 millones de euros, en el mantenimiento entre los años 2026 y 2042 y el resto, en la fase de diseño y construcción.
Según una nota del secretario del Departamento de Transporte de EE. UU., Sean P. Duffy, la Administración Federal de Ferrocarriles (FRA) y la empresa pública ferroviaria Amtrak han acordado rescindir la subvención al proyecto -que se anunció inicialmente como una iniciativa privada y cuyo coste supera los 40.000 millones de dólares- porque entienden que es "poco realista y una inversión arriesgada para el contribuyente".
La FRA y Amtrak coinciden en que financiar este proyecto supone un "desperdicio" de fondos públicos y una distracción de la misión principal de Amtrak para mejorar sus deficientes servicios actuales, ha declarado Duffy.
Por ello, entiende que si el sector privado considera que este proyecto es viable, debería llevar adelante las obras previas a la construcción, en lugar de depender de Amtrak y del contribuyente estadounidense para su rescate.
El departamento de Trasportes ha subrayado que seguirá buscando todas las oportunidades para ahorrar fondos federales y priorizar la eficiencia.
En 2018 se anunció que Renfe y Adif iban a desarrollar un proyecto de alta velocidad para unir las ciudades de Houston y Dallas/Fort Worth, en el Estado de Texas (EE. UU.). En julio de 2021, Renfe firmó con el consorcio privado Texas Central el contrato que le convertía en operador del proyecto.
Este tren de alta velocidad, llamado a ser el primero de Estados Unidos y que inicialmente se preveía desarrollar sin ningún tipo de fondos públicos, ni estatales ni federales, iba a conectar estas dos ciudades, a 386 kilómetros de distancia, en menos de 90 minutos.
El proyecto sigue sin avanzar y en 2022 el consejero delegado de Texas Central Carlos Aguilar dejó su cargo.
Renfe asegura que no tiene impacto real en su actividad
Fuentes de la operadora española han precisado que la compañía sigue en contacto con los promotores del proyecto para analizar su continuidad, aunque defienden que la decisión del Gobierno estadounidense "no tiene impacto real en la actividad de Renfe".
Añaden que en este momento la empresa española no estaba trabajando "activamente" para Texas Central, dado que el proyecto estaba a la espera del cierre de la financiación necesaria.
La subvención estaba destinada a actualizar estudios de impacto ambiental y de demanda y tenía su justificación en la entrada de Amtrak (empresa pública de ferrocarril estadounidense) en el proyecto en agosto de 2023.
Texas Central, el promotor principal del proyecto, que contrató a la empresa española como consultor técnico, ha informado a Renfe Proyectos Internacionales y al resto de empresas contratadas de que esta subvención pública se cancela, por lo que se retoma la línea de trabajo anterior, solo con iniciativa privada.