El acto, celebrado en Toledo (España), sirvió para recordar que el 12 de junio de 1985 se firmó la incorporación de Portugal y España al proceso de integración europea.
González aseguró que la firma no fue "conquistar un objetivo" ni un "punto de llegada", sino un "punto de partida" para España.
Sin embargo, González criticó que en la actualidad se lleven los problemas “hispano-españoles” a Bruselas como “la nueva Roma a la que llegan los súbditos del imperio”, en alusión a cuestiones como a la negociación para renovar el Congreso General del Poder Judicial de España.
Además, recordó que España "retrasó el ingreso de Portugal", porque el país vecino tenía resuelto "prácticamente todo el paquete de negociación" antes, pero por "caprichos de funcionamiento de la situación europea decidieron que los dos países iban a entrar al mismo tiempo".
Cavaco Silva restó importancia a ese extremo y valoró que la adhesión fue vista en Portugal como una ventana para encontrar nuevas oportunidades para el desarrollo económico y social de su país, porque quería pertenecer "al gran mercado europeo" para exportar mejor sus productos.
"La UE benefició mucho a España y Portugal, dos países con un conocimiento muy profundo de África y de América Latina", subrayó Cavaco Silva, que afirmó que, gracias a esa adhesión, la UE también alcanzó una nueva influencia internacional.
Para Cavaco Silva, la UE es "un caso único en el mundo entero", al compartir de forma tan intensa la soberanía de los países, y por ello se congratuló de que España y Portugal "no dudaron nunca" en formar parte de ella y abogó por "una profundización de la integración", frente a los "hacedores de muros".
Apoyo al acuerdo con Mercosur
Felipe González analizó las repercusiones del tratado comercial de la UE con Mercosur , que "sería bueno para todas las partes", y por animó a quienes se posicionan en contra, por ambas partes, a "quitarse los velos y las telarañas".
A su entender, para España "un trato bien hecho" con Mercosur sería beneficioso y también para el conjunto de la UE, porque daría una dimensión internacional que supondría que Europa, "más allá de decir a los demás qué es lo que tienen que hacer, también lo hace".
Al tiempo, consideró que Latinoamérica comparte valores identitarios próximos a España y Portugal.
Cavaco Silva se detuvo en la política económica de Donald Trump y, ante las amenazas de aranceles a varios países, entre ellos los de la UE, citó al premio Nobel de Economía Paul Krugman, quien pidió una reacción "fuerte y cohesionada, pero mostrando que hay capacidad de represalias o llevar la contraria".
Y reflexionó sobre la política monetaria del mandatario estadounidense: "Trump está poniendo en riesgo el futuro del dólar como moneda de pago".
Asimismo, Felipe González recordó que en breves fechas se reunirá el G7 en Italia y, ante un posible encuentro entre Trump y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se preguntó "por dónde van a poner la barrera para que no se peleen".