Durante la operación Secure contra ladrones de información, desarrollada entre enero y abril, fuerzas policiales de 26 países trabajaron para localizar servidores, mapear redes físicas y ejecutar desmantelamientos selectivos.
Antes de la operación, Interpol trabajó con socios del sector privado como Group-IB o Kaspersky para obtener datos que luego compartió con los países implicados, lo que resultó en el desmantelamiento del 79 % de las direcciones IP sospechosas identificadas, según detalló un comunicado.
Los países participantes informaron de la incautación de 41 servidores y más de 100 GB de datos, así como de la detención de 32 sospechosos vinculados a actividades cibernéticas ilegales.
"La operación Secure ha demostrado una vez más el poder del intercambio de inteligencia para desmantelar infraestructuras maliciosas y prevenir daños a gran escala tanto a personas como a empresas”, declaró el director de Ciberdelincuencia de INTERPOL, Neal Jetton.
Tras la operación, las autoridades notificaron a más de 216.000 víctimas y posibles víctimas para que pudieran tomar medidas inmediatas, como cambiar contraseñas, congelar cuentas o eliminar el acceso no autorizado.