Funcionarios del Gobierno de Tailandia y familiares de Nattapong recibieron los restos en el aeropuerto de Suvarnabhumi, en Bangkok, donde se celebró una breve ceremonia fúnebre, en la que decoraron el féretro con coronas de flores.
El tailandés era uno de los cientos de trabajadores que trabajan en el Estado judío, principalmente en granjas y kibutz próximos a la frontera con Gaza, donde se vieron sorprendidos por el ataque de Hamás que causó unos 1.200 muertos y desató una respuesta israelí que se ha cobrado más de 53.000 vidas humanas.
Según las autoridades israelíes, Nattapong Pinta fue tomado como rehén y asesinado por Hamás. En total, desde que comenzaron las hostilidades en octubre de 2023, 46 tailandeses perdieron la vida y 28 fueron liberados y regresaron sanos y salvos a casa, los últimos cinco el pasado enero.
Tailandia aún espera la repatriación de los cadáveres de Sudthisak Rinthalak y Sonthaya Oakkharasr, dos ciudadanos que también fueron secuestrados por Hamás y que las autoridades saben que están muertos.
En un comunicado, las fuerzas israelíes explicaron que la recuperación del cadáver del tailandés fue posible gracias a "información precisa obtenida durante un interrogatorio de la ASI (Agencia de Seguridad de Israel, o Shin Bet) a un terrorista, junto con información recibida de la Fuerza Operativa de Rehenes y la Dirección de Inteligencia de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel)".
El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, que representa a la mayoría de los familiares de secuestrados el 7 de octubre, también envió sus condolencias en un mensaje a la familia del tailandés, y exigió al Gobierno israelí que haga todo lo posible para traer de vuelta a los 55 rehenes que aún continúan en Gaza, de los que al menos una veintena seguirían con vida.