El Ministerio somalí de Defensa detalló que, en el primer episodio citado, Al Shabab atacó hacia las 5.45 hora local (02.45 GMT) de este sábado la localidad de Gumarre, en la región de Hiran, según un comunicado difundido a través de la red social X.
"El Ejército Nacional Somalí y las fuerzas locales respondieron rápidamente, enfrentándose al enemigo durante dos horas y causando numerosas bajas. Más de diez militantes resultaron muertos y Gumarre está ahora totalmente controlada por nuestras fuerzas", señaló el Ministerio.
Al mismo tiempo, el Ejército lanzó varias operaciones también con la colaboración de milicias locales -conocidas como 'macawisley'- contra escondites de los yihadistas en varias localidades de la región del Medio Shabelle.
Fueron abatidos dos comandantes del grupo, Mohamed Adow y Ali Xabad, que "aterrorizaban a las comunidades locales y extorsionaban a civiles con el pretexto de la religión".
En esa misma región, las Fuerzas Armadas somalís y los milicianos desmantelaron una instalación que Al Shabab usaba para tratar a militantes heridos y planear atentados.
Finalmente, el Ejército informó también sobre varias operaciones que forzaron a los terroristas a huir de sus escondites en la región sureña de Bakool.
"El Ministerio de Defensa elogia la dedicación y valentía del Ejército nacional somalí y las forces comunitarias locales por su papel en la salvaguarda de Somalia y en la eliminación de las amenazas a la paz y la estabilidad nacionales", señaló el comunicado.
Somalia ha intensificado las operaciones militares contra Al Shabab desde que el presidente del país, Hassan Sheikh Mohamud, anunció en agosto de 2022 una "guerra total" contra los terroristas.
Desde entonces, el Ejército, apoyado por sucesivas misiones de la Unión Africana (UA), ha efectuado múltiples ofensivas contra el grupo, a veces con la colaboración militar de Estados Unidos y Turquía en bombardeos aéreos.
Al Shabab, grupo afiliado desde 2012 a la red terrorista de Al Qaeda, comete frecuentes atentados para derrocar al Gobierno central -respaldado por la comunidad internacional- e instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.