Según el alto tribunal, el documento fue presentado "sin control profesional" y "no cumplía con los requisitos mínimos de claridad ni de rigor jurídico" para ser siquiera evaluado, informó este lunes la agencia de noticias APA.
El recurso fue presentado en el caso de un hombre que había sido condenado por el Tribunal Regional de lo Penal de Graz por tráfico de drogas, y contra esa sentencia la defensa planteó un recurso de nulidad.
Al examinar el escrito, el Supremo detectó que la mayor parte del texto estaba generado con una herramienta de inteligencia artificial que cometió numerosos errores y que se inventó tanto jurisprudencia, como elementos del caso y del mismo proceso.
De esta forma se alegaban supuestos resultados sobre un "influjo de medicamentos y sobrecarga psíquica" en el acusado, que no figuraban en el expediente del caso, y el escrito sostiene erróneamente que el tribunal de primera instancia interpretó mal una declaración testifical.
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El punto más grave, según el Supremo, es que la inteligencia artificial citó jurisprudencia inexistente del propio tribunal como argumento para solicitar la nulidad.
Ante las deficiencias del escrito, el OGH decidió no entrar en el contenido del recurso y lo desestimó en su totalidad, al tiempo que advirtió contra estas prácticas que vulneran principios judiciales básicos.
