Con este escueto mensaje, la mandataria ultraderechista defendía la ley aprobada en 2019, cuando el ministro del Interior era Matteo Salvini, que establece "que quien actúe en su propio hogar o lugar de trabajo para defender su vida, seguridad o propiedad, o la de otros, no será punible, siempre que el uso de la fuerza sea proporcional y se produzca en una situación de grave peligro".
El partido de Meloni presentó además recientemente un nuevo proyecto de ley que pretende introducir que "no haya una indemnización o compensación a la persona que ha puesto en peligro la seguridad de otros mediante una conducta violenta o gravemente intimidatoria", ya que se puede de ser condenado a indemnizar por daños permanentes o morales a quienes hayan resultado heridos.
Meloni se refería al caso del pasado lunes, cuando un hombre disparó contra un grupo de ladrones que habían entrado en su casa, hiriendo a uno de ellos, y para quien la Fiscalía de Rovigo ha especificado que, en virtud de la nueva legislación sobre legítima defensa, no se enfrenta a ningún cargo penal.
Según la reconstrucción de los investigadores, dos o tres delincuentes, con los rostros cubiertos por pasamontañas y presumiblemente armados, irrumpieron en la casa con la intención de robar.
El hombre, al percibir el peligro, tomó su pistola, que poseía legalmente, y abrió fuego, hiriendo a uno de los asaltantes, informaron medios locales.