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A pesar de ubicarse en el tercer puesto de los sondeos de intención de voto con un 12% de las simpatías, Gomes confía en llegar a una segunda vuelta sin Jair Bolsonaro, candidato de ultraderecha y que a juicio de Gomes no es más que un “nazi” que “no está preparado”, para dirigir al país.
Por eso Gomes quiere llegar a la disputa final con Fernando Haddad, a quien considera que puede ganarle por “su falta de experiencia”, y quien se ubica en segundo lugar de los sondeos con el 21% de los apoyos tras haber recibido la bendición de Luiz Inácio Lula da Silva, inhabilitado por cumplir una condena de 12 años por corrupción.
Aunque inicialmente el laborista pretendía restarle votos a Haddad, los resultados de las encuestas, que en tan solo dos semanas hicieron pasar al candidato del Partido de los Trabajadores (PT) del tercer (9%) al segundo puesto (21%), lo llevaron a cambiar de estrategia.
A sus 60 años y tras haberse desempeñado en la mayoría de cargos de elección pública, Gomes se jacta de la eficiencia y transparencia de sus gestiones y de no haber sido nunca relacionado con corruptelas. No obstante, las críticas le llegan por su impulsividad y por un carácter explosivo que difícilmente acepta censuras y que le ha sacado de sus casillas en varias oportunidades.
Entre las directrices que guían su programa de gobierno, el candidato laborista da prioridad a la generación de empleo, a la que ubica como la principal de sus banderas.
Para ello, propone adoptar un programa de emergencia enfocado al desarrollo de infraestructura en las áreas de saneamiento y la promoción de la construcción civil, así como revisar las leyes laborales para que se adecuen al mercado de trabajo, incentivar a las empresas y aprovechar el espíritu emprendedor de los brasileños.
Aunque es candidato presidencial por el PDT, un partido de centro-izquierda, durante su carrera política Gomes ha militado en otras seis formaciones entre las que se encuentran el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y el extinto Partido Democrático Social (PDS) de centro-derecha.
Gomes nació en Pindamonhangaba, un municipio en el interior del estado de Sao Paulo, pero cuando tenía 4 años de edad sus padres, una pareja de profesores, optaron por mudarse a Sobral, una ciudad del estado de Ceará, al nordeste de Brasil, donde creció y terminó sus estudios básicos. Posteriormente ganó su título de abogado en la Universidad Federal de Fortaleza de la que luego fue profesor.
El aspirante a la presidencia ingresó tempranamente a la actividad política cuando a los 24 años fue elegido diputado por Ceará en 1982. De ahí en adelante continuó con una carrera política vertiginosa en la que llegó a ser alcalde de Fortaleza, Gobernador de Ceará y Diputado Federal por ese estado.
Sus ansias por crecer en la vida pública lo llevaron a abandonar en varias oportunidades sus cargos con el objetivo de alcanzar un nuevo escalafón, pero en todos dejó huella.
A pesar de haberse desempeñado como alcalde por solo dos años fue considerado el mejor burgomaestre de Brasil y tuvo un 75% de aceptación al terminar su gestión frente a la Gobernación de Ceará, según encuestas de la firma Datafolha.
Luego de estar al frente de la Gobernación, Gomes fue nombrado ministro de Hacienda durante el Gobierno de Itamar Franco y después entró en un receso académico como investigador en la Universidad de Harvard, en los Estados Unidos.
Regresó a Brasil para postular por primera vez como candidato a la presidencia de Brasil por el Partido Popular Socialista (PPS) en las elecciones de 1998, en las que obtuvo el tercer lugar con el 10,97% de los votos, detrás de Lula (31,7%) y de Fernando Henrique Cardoso (53%). Cuatro años después volvió a aspirar a la jefatura de Estado, y con una votación cercana al 11%, alcanzó la cuarta posición, con lo que decidió apoyar a Lula en la segunda vuelta, quien lo nombró ministro de Integración durante su primer mandato.
El último cargo de elección popular que desempeñó Gomes fue como diputado federal por el Partido Socialista Brasileño entre 2007 y 2010.