Marwan Barghouti, ¿el "Lula" palestino?

Para los palestinos se avecinan tiempo electorales. La participación de Abbas, el actual líder, será determinante, pero al igual que en Brasil, un ícono político condenado y encarcelado, aparece como alternativa y también es favorito en las preferencias.

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Una encuesta de opinión realizada el mes de abril pasado a ciudadanos palestinos residentes en la Cisjordania y la Franja de Gaza por AWRAD (Investigación y Desarrollo en el Mundo Árabe por sus siglas en inglés) ha sido publicada recientemente y aporta interesantes datos sobre las condiciones de vida, el proceso de paz, evaluación de líderes y el apoyo a partidos políticos para las elecciones que se realizarán a fines de 2018.

Las opiniones de los palestinos están bien diferenciadas con relación a la zona en la que residen.

Por ejemplo, el 75% de los habitantes de la Franja de Gaza, territorio administrado de facto por el grupo islamista Hamas apoya la reanudación del conflicto con Israel mientras en la Cisjordania, administrada por Fatah, solo el 45% está de acuerdo con esta postura. Lo llamativo es que en ambos casos, los encuestados son escépticos acerca de eficacia de esta medida de fuerza.

Pero lo que más sobresale en esta encuesta son las opiniones sobre los líderes palestinos, tanto de Fatah como de Hamas y sus posibilidades reales de triunfar en las próximas elecciones que se realizarán antes de culminar el presente año, posiblemente en diciembre.

Tres candidatos se desprenden del resto: Mahmoud Abbas, actual presidente de la Autoridad Nacional Palestina, miembro del movimiento Fatah con sede en Ramallah, Ismail Haniyah, actual líder de Hamas, grupo que gobierna de facto la Franja de Gaza y a quien Estados Unidos ha agregado recientemente a su lista de terroristas.

Por último, Marwan Barghouti, un político palestino que lideró al grupo paramilitar Tanzim, brazo armado de Fatah durante las dos intifadas en 1987 y el 2000. Las intifadas son revueltas o levantamientos populares ordenados por los líderes políticos o religiosos.

Barghouti está cumpliendo una condena de cinco cadenas perpetuas más 40 años desde el 2002, año en que fue detenido en Ramallah, Cisjordania, acusado de llevar a cabo diferentes atentados en Israel donde perdieron la vida cinco personas y decenas han resultado heridas. También ha sido acusado en dos decenas más de causas pero fue absuelto de ellas por falta de pruebas.

Lo que a nosotros nos puede parecer imposible, la política del Medio Oriente es capaz de lograrlo y aunque Barghouti cumple una condena de por vida, cinco en realidad, esta figura de la política palestina y hoy segundo en las intenciones detrás del actual presidente palestino, puede convertirse en el ganador de las elecciones próximas si Abbas no se presentara.

Según esta encuesta, Abbas tiene el 21,1% de preferencia del electorado, Barghouti 16,3% y Haniyeh, 11%. Pero con Abbas fuera de competencia, algo bastante probable por el estado de salud del anciano líder de 83 años y con pocos éxitos al frente de la ANP (Autoridad Nacional Palestina), Barghouti trepa a un 26,5% mientras que Ismail Haniyeh solamente mejora un punto y queda en 12%.

Incluso en la Franja de Gaza, feudo de Haniyeh, Barghouti es el preferido por más de 3 puntos de diferencia.

 

Muchas voces en la región han hecho saber que Barghouti podría tener la llave para unir a los palestinos de Gaza y Cisjordania, algo compartido por la izquierda en Israel, quienes históricamente ha mantenido una postura a favor de la solución de los dos Estados.

De hecho el propio Barghouti ha mostrado muchas veces su inclinación hacia esa solución y no apoyaba los ataques a blancos civiles dentro de Israel pero si en el territorio de la Cisjordania.

La unión de palestinos de Gaza y Cisjordania es bien vista por ciertos sectores políticos israelíes, sobre todo si es Fatah quien la encabeza, pues hoy es la única organización palestina que puede negociar un acuerdo de paz definitivo.

Falta saber que tanta voluntad existe para liberar a alguien que para la justicia y la sociedad israelí tiene las manos manchadas de sangre. El precio de la paz, dirían algunos.

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