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Ustra fue el comandante en el estado de Sao Paulo del Destacamento de Operaciones Internas (DOI-Codi) , uno de los organismos de represión política del régimen, entre 1970 y 1974, período en que se registraron 45 muertes o desapariciones en dicha dependencia pública, según la Comisión Nacional de la Verdad.
El militar retirado murió en la madrugada de este jueves en el Hospital Santa Helena de Brasilia, en donde estaba internado desde el 24 de septiembre para tratar secuelas del cáncer que padecía y por el que era sometido a quimioterapia.
Ustra fue el primer oficial brasileño en ser acusado formalmente en un proceso por torturas durante la dictadura, pero se libró del mismo luego de que la máxima corte del país reafirmara que la Ley de Amnistía beneficiaba tanto a los militares responsables por la represión como a los militantes políticos que combatieron el régimen.
En dicho proceso, entablado por varios presos que pasaron por el DOI-Codi durante la década de 1970, el oficial fue acusado de ejercitar violencia y crueldad contra sus prisioneros. “ Los diarios dicen que existen contra mí 502 acusaciones por tortura pero nunca torturé a nadie ” , afirmó el coronel en un testimonio que presentó ante los miembros de la Comisión Nacional de la Verdad.
El militar alegó ante la Comisión que pudieron haber ocurrido “ excesos como en toda guerra ” pero nunca la práctica de torturas y aseguró que todo lo que hizo fue siguiendo las órdenes que recibió de sus superiores en el Ejército para combatir el comunismo.
En su testimonio ante la Comisión de la Verdad, el militar acusó a la ahora presidenta brasileña, Dilma Rousseff, de haber integrado “ organizaciones terroristas ” que se proponían implantar el comunismo en Brasil y alegó que, si no hubiera seguido las órdenes que recibió, el país viviría hoy bajo “ la dictadura del proletariado ” .
Ustra se refirió a la entonces militancia de la jefe de Estado en grupos que combatían la dictadura, por la que fue condenada por subversión, estuvo presa casi tres años y llegó a ser torturada.
“ Teníamos conciencia de que luchábamos para preservar la democracia y contra el comunismo. Si no fuera por nuestra lucha, hoy no estaría aquí sino en un paredón (de fusilamiento), porque no existiría democracia en Brasil ” , aseguró.
Ustra, al que la Fiscalía llegó a acusar de participación en el asesinato del militante comunista Carlos Nicolau Danielli, secuestrado y torturado en las dependencias del DOI-Codi, fue el primer militar en ser reconocido como torturador por la Justicia (2008) y uno de los citados como tal en el informe final de la Comisión Nacional de la Verdad (2014) .