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Según la institución especializada, un varón británico promedio usa un calzado de talla 44, en relación con el talle 42 de hace 40 años.
En tanto, la mujer británica lleva en promedio un calzado de talla 38 y medio, de un 36 en los años '70.
El Colegio de Podiatría indicó que la tendencia se debe a que la contextura física de los británicos ha cambiado, con una población que es ahora más alta y pesa más, hecho que llevó a que los pies crezcan más y se vuelvan más anchos.
Un sondeo de la entidad a 2.000 británicos adultos concluyó que la misma población percibe que sus pies han crecido.
Un 26% de los varones y un 41% de las mujeres consideran que sus pies son más grandes y anchos.
De acuerdo a la encuesta, un 20% de los consultados dijo que no encuentra un calzado de su talla.
Asimismo, muchos admitieron que compran calzados de tamaño más pequeño, en su mayoría de forma no intencional, aunque a veces por razones de moda.
Un tercio de las británicas entrevistadas y un 20% de los varones dijo que sufre de dolores de pie de forma frecuente. Lorraine Jones, experta del Colegio de Podiatría, afirmó que los pies de los británicos están creciendo “porque la contextura física de la nación crece en altura y peso”.
“Un aumento del peso corporal pone más presión en los pies y ello significa que los ligamentos y articulaciones deben trabajar más duro para mantener la estructura del pie y permitir la movilidad”, subrayó.
“Durante un período de tiempo y si se aumenta de peso, esa presión extra puede llevar a dolores de pie, problemas de movilidad y un aumento del riesgo de padecer osteoartritis en las articulaciones inferiores de la pierna. Más allá de la talla de calzado, lo más importante es llevar calzado confortable y de buen ajuste al pie”, concluyó.