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Tras una denuncia formulada ante la Unidad Fiscal N° 1 de Itá, la fiscala Daisy Sánchez encabezó un operativo que derivó en la detención de Alan Luis Benítez González (24) quien supuestamente sería el responsable de un hecho de extorsión del que fue víctima su jefe, un arquitecto.
El joven fue aprehendido este lunes en un shopping del centro de Asunción, luego de ser monitoreado y seguido por agentes del Departamento Antisecuestros de la Policía.
Conforme relató la fiscala a cargo, en todo momento el principal sospechoso de la extorsión fue el joven detenido, quien trabajaba para la víctima. Las extorsiones se hacían mediante correo electrónico. “Primero se tornaron un poco leves, ya que hablaba de supuestos documentos, licitaciones amañadas que podía haber tenido (el arquitecto) con algunas municipalidades”, comentó Sánchez.
En principio, el arquitecto no tomó en serio las extorsiones puesto que -según aseguró- no está involucrado en “situaciones así”. Sin embargo, las amenazas fueron aumentando ya advirtiendo con hechos de sangre que involucraban a las hijas y la madre de la víctima.
Las autoridades mencionaron que llamó mucho la atención que los supuestos extorsionadores solo pedían que la entrega del dinero sea por medio del secretario del denunciante, por ello decidieron desplegar un operativo y seguirlo hasta el sitio donde debía hacerse el pago.
Agentes encubiertos siguieron al ahora detenido durante el trayecto hasta llegar al shopping en Asunción. El joven se trasladó de Itá a San Lorenzo, donde bajó del ómnibus y fue hasta una tienda donde compró una riñonera. Luego volvió a abordar un bus donde se dispuso a cambiar el dinero de la mochila a la riñonera.
De acuerdo al relato de la fiscala, al llegar al centro de compras, una persona se acercó a hablarle, luego fue al sanitario donde dejó la mochila ya sin el dinero. Tras esto, los oficiales lo aprehendieron con el dinero en la riñonera. La suma total que pidió en la extorsión fue G. 40 millones, los que fueron recuperados.
Ya en la sede del Departamento Antisecuestros el supuesto extorsionador “se soltó” y contó que cometió el ilícito por necesidad, conforme manifestó la fiscal. “Supuestamente del correo electrónico de la oficina de su jefe enviaba”, es decir, en la misma oficina en la que trabaja junto al arquitecto.