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El contrato que fue firmado en julio pasado contemplaba una supuesta inversión física de G. 1.100 millones que quedaban a criterio del empresario. Las obras iban a realizarse con materiales desmontables.
Además de G. 1.000 millones en organización de eventos. Y otros G. 500 millones en efectivo, pagados de la siguiente forma G. 250 millones en el 2021 y lo restante en dos cuotas de G. 125 millones en el 2022 y 2023.
Los concejales que votaron a favor del bochornoso contrato fueron los liberales Pedro Carvallo y Baldomera Chaparro. Además del independiente Pedro Acosta.
Afara Salomón Carrasco solicitó la reconsideración mediante una nota está plagada de amenazas de demandas judiciales para la Municipalidad de San Bernardino y para los ediles en forma personal, sin especificar los sustentos legales.
El grosero contrato fue firmado el 12 de julio por el intendente Luis Aguilar (PLRA) y Afara Salomón Carrasco. Luego de que el caso trascendiera por la prensa, la Junta Municipal, el 20 de octubre último emitió la Resolución N° 127/2018 por la cual retira la autorización y, en consecuencia, dispone la rescisión del contrato de asesoramiento, promoción y gestión suscrito por Aguilar y Afara Salomón Carrasco