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Al diputado Walter Harms no solo lo une la política con Horacio Cartes, sino también el banco BASA. El legislador es también accionista de esta entidad financiera de la que el expresidente es dueño y que fue creada por su “hermano del alma”, el prófugo Darío Messer.
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Pero los lazos con Cartes, al parecer, van más allá. Carlos Alfredo Harms ingresó a la Entidad Binacional Yacyretá en 2002 y fue despedido en noviembre de 2008, durante el gobierno de Fernando Lugo.
En ese momento decidió demandar a la entidad y reclamó el reintegro en sus funciones, el pago de salarios caídos y alegó que no podía ser despedido porque era directivo de uno de los sindicatos de la EBY. En mayo de 2009 exigió, si no era reincorporado, G. 162.684.924 más intereses y costas en concepto de indemnización por despido y otros gastos.
La EBY contestó la demanda y alegó que el despido se realizó por causa justificada debido a las reiteradas ausencias injustificadas del trabajador a su puesto de trabajo. Negó que el goce de estabilidad sindical y pidió que se rechace la demanda.
El hermano del diputado esperó así a que pasen los años y vio una luz de esperanza con Horacio Cartes (2013-2018) como presidente. Como se imaginará todo se acomodó, especialmente en su bolsillo.
En enero de 2014, bajo la dirección del ahora gobernador de Itapúa, Juan Schmalko, la binacional le ofreció a Harms no solo lo que pidió, sino ¡G. 1.013 millones! que fueron hechos en cuatro pagos de G. 253.385.861 los días 3 de enero, 3 de mayo y 3 de setiembre de 2014 y el 3 de enero de 2015, de acuerdo a documentos a los que accedió ABC Color.
Como si fuera poco, el 29 de enero de 2014 Horacio Cartes ordenó su reincorporación dentro de la Binacional, pero sin funciones. ¿Su salario? Sumado el sueldo más los beneficios, unos G. 31.000.000.
Un detalle extra: fuentes a las que accedió ABC Color manifestaron que generalmente, tras un acuerdo con el trabajador como el que firmó Harms, la reincorporación suele hacerse con contrato de servicio y no como personal permanente. Es decir, recibió un beneficio excepcional.
El 15 de enero pasado, día martes, los directores de la EBY decidieron despedir a Harms porque no cumplía función alguna. La resolución que lo desvincula de la entidad es la 24.062 y fue notificado a través de un telegrama. En la planilla de diciembre de 2018 figura como asistente administrativo en la delegación de Encarnación. Antes, cobró un salario de G. 60.180.801, ya con su aguinaldo. ¿Volverá a demandar a la EBY?