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La secretaria de Educación, profesora Griselda Abreu dijo que gracias a la depuración de la lista de beneficiarios en relación a años anteriores se logró duplicar el monto a recibir por cada estudiante.
La selección se realizó mediante la evaluación de promedios de calificaciones que cada estudiante presentó. El un mínimo de puntuación era 3, 5 entre otros requisitos.
En otro punto, Abreu mencionó que se pudo beneficiar a jóvenes que realmente lo merecían por sus méritos, dejando fuera a aquellos que accedían a la misma por presiones políticas.
Cada beneficiario debe recibir durante el año un monto total de G. 4 millones distribuidos en G. 500 mil en forma mensual hasta el mes de diciembre. El pago se realiza el BNF, con una tarjeta de débito asignada a una cuenta donde se deposita el monto mencionado.
Los estudiantes deben rendir cuentas sobre este dinero antes de la quincena de cada mes.
Si bien no es un monto que pueda cubrir todo el estudio anual de los jóvenes, ayuda de sobremanera para cubrir gastos adicionales que realizan sus padres, según expresó Abreu.
Varios jóvenes estudiantes de la Universidad Nacional, que no alcanzaron el promedio solicitado para acceder a la beca, reclamaron haber quedado fuera de la lista de beneficiados. Argumentaron que en las instituciones estatales las exigencias son mayores.
Fernando Giménez Suárez alumno del último año de la carrera de Química Industrial de la UNA de San Lorenzo lamentó el hecho. Reconoció que no pudo llegar al promedio exigido de 3,5 sin embargo alegó que su carrera es muy difícil y que se debería estudiar caso por caso, en forma individual para asignar la ayuda económica.
La misma situación afectó a otros estudiantes de la UNA de las carreras de Medicina y Odontología quienes también fueron excluidos de la beca por no llegar al promedio solicitado.
También algunos padres de los jóvenes que quedaron fuera de las becas, protestaron porque incurrieron en gastos para presentar la documentación requerida por la Gobernación, sin obtener el beneficio.