Piden “reconstrucción” de la Ruina de Humaitá

HUMAITÁ. El anuncio de la presentación de una ordenanza departamental en la que se propone reconstruir el templo de San Carlos Borromeo de Humaitá ha recibido el rechazo de historiadores nacionales.

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El concejal departamental Emanuel Cuevas (ANR) publicó en las redes sociales que presentará en la sesión del viernes el proyecto que declara de interés departamental “la restauración a su estado original (reconstrucción) de la iglesia San Carlos Borromeo de Humaitá”.

El edil afirma que el edificio fue inaugurado en 1861 como símbolo sacro de la grandeza eterna de nuestra patria y destruido por los cobardes invasores genocidas. Menciona, además, que para sepultar eternamente el insulto vil a nuestra soberanía, será necesario “este gesto simbólico que anunciará, al mismo tiempo, el renacimiento del nuevo Paraguay, próspero y soberano”.

La llamativa propuesta, recibió inmediata respuesta del historiador Eduardo Nakayama, quien afirmó tajantemente que “Las Ruinas no se tocan”. “Me veo en la obligación de realizar algunas precisiones que quizá ayuden al proyectista y a la Junta Departamental a tener una mejor visión del tema, evitando caer en el ridículo de promover, desde la misma institución departamental, la perpretación de un crimen de lesa patria”.

Nakayama agrega que “la ruina de la iglesia de San Carlos Borromeo de Humaitá (tal como está) constituye un hito fundamental en la memoria de nuestro país y significa, por ende, un punto reconocido de identificación nacional, que conmemora una importante página de la historia paraguaya encarnando valores, principios e ideas nacionales (Art. 3 de la Ley de Protección del Patrimonio Cultural).

Cualquier obra a ser realizada en bienes culturales debe contar con la autorización de la Secretaría Nacional de Cultura (Art. 22 de la misma Ley), estableciéndose un régimen de sanciones que incluyen penas carcelarias de hasta diez años a quienes causen daño, destruyan, menoscaben, roben, hurtan, demuelan parcial o totalmente, transformen, restauren o intervengan indebidamente los mismos (Art. 41 de la ley de patrimonio), señala.

El eventual intento de “reconstruir” la iglesia, al menos si se pretende emplazarlo sobre las antiguas ruinas o en su entorno cercano, colisionará frontalmente con disposiciones internacionales sobre la materia, comenzando por la “Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO (París, 1972) que exige respetar la autenticidad e integridad de las ruinas y su zona arqueológica asociada, pues cualquier intento de “reconstrucción” acabará completamente con la autenticidad del monumento, por lo que desde un principio es inadmisible plantear este tipo de intervención en el conjunto monumental, expresó Nakayama.

Instó al concejal proyectista, a la Junta Departamental y al gobernador de Ñeembucú a archivar el proyecto, de ser presentado el viernes. En cambio, sugirió a las fuerzas vivas a solicitar mayor inversión pública- privada en los distintos sitios históricos del departamento, fundamentalmente en Humaitá, para la consolidación de la Ruinas sin reconstruirlas, utilizando materiales similares a los del siglo XIX para reparar las zonas requeridas.

Igualmente, exhortó a proyectar excavaciones arqueológicas en todo el entorno asociado a la fortaleza de Humaitá, creando un sistema de visitas turísticas con elementos desmontables que permitan generar un uso público del monumento, de manera respetuosa y sostenible, significó el miembro de la Academia Paraguaya de Historia.

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