Con un cuñado en la CGR, Monges vacila

"Hay posturas divididas dentro de Honor Colorado. Este mediodía nos vamos a reunir para analizar la situación del contralor", había expresado el senador colorado cartista Juan Darío Monges en la mañana de este miércoles, lo que hizo dudar un poco sobre la definición de su postura con respecto al contralor, pese a que el líder del movimiento Honor Colorado, Horacio Cartes, ya bajó línea sobre el sentido del voto de la bancada, por la destitución del contralor Enrique García.

El cuñado de Monges, Arnaldo Javier Zárate Pino, fue nombrado en el año 2016 como director general de Control de la Administración Central de la CGR. Así se puede comprender por qué Juan Darío Monges estaría tambaleando en su decisión a la hora de votar en contra de García, ya que pondría en riesgo el alto cargo que ocupa su cuñado. Queda en veremos si el senador afín al cartismo se atrevería a desacatar la bajada de línea del líder de su bancada.

Otro dato más para agregar a la lista de “consideraciones” que tendrá Juan Darío Monges a la hora de decidir bajarle o no el pulgar al contralor, tiene que ver con que nada menos que su esposa Norma Belén Zárate de Monges (ANR), es la intendenta de la ciudad de Sapucái.

Aquí es donde la ciudadanía se pregunta ¿quién audita la gestión de la intendenta? Una eventual auditoría recaería precisamente en manos de la Contraloría General. La respuesta da que pensar sobre hacia dónde podría apuntar el voto de Juan Darío Monges, con miras a “proteger” la gestión de su cónyuge.

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Otro de los senadores que estaría en una disyuntiva con su decisión es el senador del Frente Guasu (FG) Jorge Querey. Esto, a raíz de que lo uniría un vínculo de amistad con el contralor enjuiciado. Al menos, esto es lo que indica una fotografía que circuló en redes sociales, que muestra al senador posando sonriente junto a Enrique García en una foto que parece haber sido tomada en la vía pública. La imagen da la pauta de que ambos estaban compartiendo algún tipo de evento, pues también los acompañan mujeres que posan sonrientes para la selfi.

Estas dos situaciones no pasaron desapercibidas para los ciudadanos,  cada vez menos ingenuos con respecto al accionar de sus autoridades, y ya toman previsiones para evitar, o al menos dejar en evidencia, las influencias que estos puedan tener en sus decisiones, y que se decantan por lo personal, antes que por la garantía de transparencia que la ciudadanía exige.