Educadores, no hurreros

Necesitamos docentes libres del yugo de políticos arreadores. Necesitamos educadores, no hurreros.

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En los comicios municipales del próximo domingo 10 se vota no solo para la elegir intendentes y miembros de la Junta Municipal de los más de 250 municipios del país.

Tremenda responsabilidad la del poder popular. Porque además de esos cargos, también está en juego la educación de los niños así como la clase de docentes y educadores que tienen a su cargo la formación académica de los escolares.

Hablo de la primaria y secundaria, específicamente.

Para los cortos de memoria es bueno repasar qué hicieron los actuales y salientes gobernantes regionales con los recursos del Fonacide y Royalties, y el nivel de transparencia en la aplicación de estos fondos.

Pero sobre todo su “mediación” irregular -para no decir tráfico de influencia- para con los educadores de las zonas. A esos debemos botarlos, sin importar el color, ni signo, ni a qué caudillo responde.

No les digo, ni cuento nada nuevo al afirmarles que estamos mal en materia de calidad educativa.

Pero sí que fracasaremos aún más como sociedad si gana el ausentismo. Porque el soberano tiene en sus manos el voto que puede hacer la diferencia.

Y, en este caso, la indiferencia no ayuda.

Durante una entrevista en la AM730, le pregunté a Gabriel Espínola, líder sindical de la OTEP-A, qué evaluación hace de la calidad educativa y respondió que “pésimo para abajo” y largo argumento sobre la paupérrima infraestructura, la falta de conectividad, pese a disponer de recursos.

Después le consulté, cuál era la responsabilidad de los docentes por el fracaso educativo y dijo, sin la más mínima autocrítica, que “el docente no puede asumir una responsabilidad en el fracaso. El docente no conduce la política pública de educación en el país”.

No deja de tener razón - en parte- pero no pueden desconocer que integran el sistema de educativo y son ejecutores del plan o contenido curricular.

A la hora de evaluar al ministro Juan Manuel Brunetti responde que “está más preocupado por la política partidaria, que por la política educativa”.

Y en ese contexto, le plantee la posibilidad de despolitizar la educación restringiendo la participación docente en actividades político partidarias, de manera a evitar el sometimiento de los profesores.

Su respuesta inicial fue un titubeo. Que dejó más certezas que dudas de que todo seguirá igual y que seguirán más que vivos los “padrinos de rubro”, la injerencia partidaria.

Porque no solo se trata de buen salario. También de compromiso, vocación y ética.

Los docentes deben ser los mejores remunerados. Estoy 1.000% con eso. Pero no mientras respondan a intereses políticos por sobre la educación de calidad de nuestros niños.

viviana@abc.com.py

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