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En este sentido, una de las áreas más sensibles y deficitarias, hace referencia a la frágil situación de la salud, caracterizada por una precaria realidad sanitaria de los hospitales del departamento, donde se carece de equipamientos médicos, así como de médicos especialistas, razón por la cual la evacuación de pacientes a hospitales de otras regiones del país se realiza de forma permanente.
Lo acontecido la semana pasada en el mal llamado Hospital Regional de Fuerte Olimpo hace precisamente referencia a la pobre gestión de la salud en esta parte del país.
Una mujer que acudió de urgencias fue estabilizada por los valientes médicos, quienes en medio de esa precariedad salvaron la vida de la paciente, hasta tanto llegue la ayuda. Sucede que en el hospital se carece de un equipo de respirador mecanizado.
La víctima entró en varios paros cardiorrespiratorios, por problemas de una crisis asmática. Es por eso que el personal de blanco procedió a intubarla y, de forma manual, realizar el ambuceo, consistente en proporcionar el oxígeno necesario.
El avión de la Fuerza Aérea, con el personal especializado del Servicio de Emergencia Médica (SEME), trayendo un aparato de respirador mecanizado, llegó después de casi 6 horas y, en todo ese tiempo, los médicos del hospital tuvieron que turnarse para realizar el trabajo de ambuceo, con lo que se logró evacuar con éxito a la paciente.
Pero la historia no termina solo con la evacuación, ya que los familiares de la mujer tuvieron que pagar G. 12.000.000 por el combustible del avión perteneciente al Estado. Sucede que el Ministerio de Salud, institución que debía proveer el carburante, se declaró insolvente.
La familia de condición bastante humilde tuvo que extremar recursos para conseguir dicha suma de dinero. Esta situación es una verdadera vergüenza para las autoridades nacionales, y una rabia e impotencia para los moradores de la zona. Es por eso que los pobladores del Alto Paraguay necesitan también ser incluidos dentro de esa frase de “vamos a estar mejor”.