En las noticias sobre la subasta de los fósiles en Nueva York se pueden encontrar ejemplos en los que aparece escrito de modo impropio: “También se subasta el esqueleto de un pteranodon volador” o “No solo se encuentra entre los Pteranodones bien conservados más grandes”.
En español, se ha asentado asignar la terminación “-donte” a las adaptaciones de nombres científicos que acaban en “-don”, por analogía con “mastodonte”, de nombre científico “Mastodon”. Es el caso también, entre otros, del “iguanodonte” y el “anisodonte”, recogidos en el diccionario académico. Por ello, la forma recomendada es “pteranodonte”, que es, además, la mayoritaria en el uso.
El nombre científico, que es invariable, se escribe con mayúscula y en cursiva (como en “Los fósiles pertenecen a un individuo del género “Pteranodon”), mientras que “pteranodonte”, en redonda y en minúscula, es el nombre común adaptado, que forma el plural “pteranodontes”.
En cuanto al grupo “pt-” inicial, la ortografía académica indica que, en ámbitos científico-técnicos, es frecuente y correcto mantener ciertas combinaciones consonánticas iniciales, como en “psicología”, “mnemotecnia” y “ptolemaico”.
Por ello en los ejemplos anteriores lo más adecuado habría sido escribir “También se subasta el esqueleto de un pteranodonte volador” y “No solo se encuentra entre los pteranodontes bien conservados más grandes”.
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