Uno de ellos, Thomas R., que se encuentra desde entonces en prisión preventiva, comenzó a realizar actividades de espionaje en 2017 por encargo de un agente del servicio secreto chino MSS, según informó la GBA este jueves en un comunicado.
El propio R., así como, siguiendo sus instrucciones, el matrimonio compuesto por Herwig F. e Ina F., recabaron en Alemania informaciones sobre tecnologías innovadoras útiles desde el punto de vista militar, cree la fiscalía.
Para ello se valieron supuestamente de una empresa operada por el matrimonio en Düsseldorf (oeste), a través de la cual establecieron contacto con empresas e instituciones científicas.
En particular desde febrero de 2017 a abril de 2024 recolectaron así informaciones que podrían contribuir a ampliar la capacidad de combate marítimo de China, con datos sobre motores náuticos, sistemas de sónar, sistemas de protección antiaérea, sistemas de propulsión para vehículos acorazados y drones de utilidad militar.
En uno de los casos el matrimonio firmó un acuerdo de cooperación con una universidad alemana en relación con la elaboración de un estudio para un socio chino sobre la tecnología de los rodamientos de deslizamiento que se usan por ejemplo en los motores náuticos.
Tras ese socio se hallaba en realidad el contacto de Thomas R. en el espionaje chino, mientras que el proyecto fue financiado por instituciones estatales de Pekín, asegura la fiscalía alemana.
Además, los tres sospechosos están acusados de haber adquirido en Alemania tres láseres especiales pagados por el MSS y haberlos exportado sin permiso a China, pese a que se hallan sujetos a la normativa europea de tecnologías de doble uso civil y militar.
El matrimonio quedó en libertad provisional el pasado mes de octubre.