Funcionarios de Copaco nuevamente se movilizaron frente a la central 1 de la telefónica estatal, sobre la Calle Alberdi, para exigir el pago de salarios atrasados y otros beneficios. Aseguran que “nada se solucionó” en la estatal desde que Óscar Stark asumió la presidencia de la compañía.
El presidente de Copaco, Óscar Stark, informó que la próxima semana se presentarán las propuestas sobre qué hacer ante la crisis de esta empresa del Estado, que ni siquiera puede pagar los salarios a tiempo, así como el plan referente Vox. Será en el marco de la reunión del Consejo de Empresas Públicas, según lo anunciado.
El nuevo presidente de la Compañía Paraguaya de Comunicaciones, Óscar Stark, “reveló” que Vox está en quiebra técnica y que Copaco “aún no, pero sigue el mismo camino”. Para empezar, llamemos a las cosas por su nombre. Vox no está en “quiebra técnica”, sino en quiebra, punto, lo mismo que Copaco. La única razón por la que ambas siguen “operando” es porque se financian con el dinero de los contribuyentes, quienes, a cambio, no reciben absolutamente ningún beneficio ni contraprestación. No necesitamos que nos digan lo que ya sabemos. Lo que deben informar es cuándo se va a dejar de meter la mano en el bolsillo de la gente para mantener este antro de corrupción, ineficiencia y descarado clientelismo político.
El presidente de Copaco, Oscar Stark, contó que en varias administraciones, esta empresa pública utilizó a Vox para hacer contratos al margen de la ley de Contrataciones Públicas, de ahí que la firma de telefonía móvil se quedó con “clavos” y una pérdida millonaria.
El presidente de Copaco, Óscar Stark, reveló que Vox se encuentra en quiebra técnica por las deudas que contrajo. Acotó que, por su parte, la estatal aún no vive la misma situación, pero se encuentra en una crisis, por lo que -dijo- hay personas que deberían estar presas.
Empleados de Copaco se reunieron de nuevo esta tarde con el presidente de Copaco, Óscar Stark, y otra vez pidieron un auxilio estatal para que la casi quebrada telefónica pública siga operando. “No puede ser que nosotros seamos empleados de segunda o de tercera categoría del Estado”, dijo uno de los voceros.