Llegó al país el 9 de marzo pasado en un vuelo Madrid-Asunción. En esa fecha aún no se había dispuesto ninguna medida sanitaria restrictiva para el ingreso al país. Luego de seis días de su arribo al Paraguay le contactaron para pedirle que guarde cuarentena. “Nunca imaginé que podía estar contagiada. Inclusive al llegar me fui a visitar a varios parientes. Después de 6 a 7 días me llamaron de la Fiscalía y me dijeron que debía guardar cuarentena”, expresó.
No tenía síntomas y no le hicieron ningún análisis, hasta el día lunes, cuyo resultado le dijeron que estaría en 72 horas.
“Una enfermera del hospital (regional) me llamó y me dijo para no salir, me preguntó si tenía algún síntoma y que si llegase a tener me comunique inmediatamente, que no salga y durante todo este tiempo no salí, me quedé en casa. Aunque no me dijeron que debía aislarme”, añadió.
En la casa donde está viven otras seis personas. Al ser consultada si recibían visitas, dijo que una tía siempre se iba a la casa, pero que ella no salió a hablarle.
Recién el lunes, luego del fallecimiento de su padrastro, le llevaron para hacerse los análisis. “Nos llevaron a mi mamá, a mi hermano y a mí”, detalló.
Según dijo, su padrastro ya estaba enfermo cuando ella llegó. Trabajó hasta dos semanas antes de su muerte. Dejó de trabajar no porque estaba enfermo sino que no podía salir a causa las medidas sanitarias. Estaba enfermo pero en ningún momento sospechamos que podría ser coronavirus, es más, estamos convencidos de que murió por paro cardiaco, señaló.
Nadie les mostró el resultado de los análisis, simplemente les dijeron que murió por coronavirus, por lo que desconfía de la versión de las autoridades.
Lamentó que no le hayan atendido a tiempo. Se fue dos veces al hospital y no tuvo éxito. Le atendieron los médicos cuando se fue de urgencia y sus pulmones ya estaban infectados.