Según informaciones preliminares, no hay víctimas. El incendio se extendió a una superficie de unos 2.000 metros cuadrados.
Además de los tanques incendiados resultaron dañados varios edificios y equipos agrícolas de la localidad de Nikoláevka, en el distrito Scherbinksi.
El Ministerio de Defensa ruso reportó la interceptación y el derribo de 141 drones ucranianos de ala fija.
El grueso de los ataques afectó a la región fronteriza de Briansk, donde fueron neutralizados 62 drones.
Además, fueron atacadas las regiones de Tula, Kaluga, Moscú, Volgogrado, Voronezh, la república Adigueya y la anexionada península de Crimea.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, informó a lo largo de la noche del derribo de 10 drones que se dirigían a la capital rusa, sin que se reportasen daños ni víctimas.
Ucrania realiza ataques de drones diarios contra el territorio ruso, con el fin de dañar la producción de combustibles y afectar la logística del Ejército ruso.
Rusia responde con masivos ataques contra el sistema energético ucraniano que amenazan con el colapso de las capacidades de generación eléctrica y la calefacción en el país en medio del invierno.