El barbero y el leñador

Hace mucho, muchísimo tiempo, vivía en El Cairo un barbero muy rico, arrogante y cruel, que se llamaba Alí.

Cargando...


Un día, estando Alí sentado ante su puerta, pasó un leñador que llevaba un asno cargado de haces de leña; el leñador preguntó a Alí si quería comprarle toda la madera que acarreaba el asno.

Discutieron el precio y Alí aceptó. El leñador empezó enseguida a descargar. Cuando todos los haces estuvieron colocados en la leñera del barbero, el leñador exigió el dinero.

-¿Intentas burlarte de mí?, rugió Alí-. No pienso pagarte hasta que me des toda la madera que te he comprado.

-Pero, señor, si ya se la he entregado.

-¿Acaso no son de madera las albardas del asno?

-¿Las albardas del asno? Jamás se han vendido las albardas junto con la carga, aunque fueran de madera.

El barbero, para ser oído por los curiosos, que se habían ido congregando siguió la discusión a gritos:

-Los tratos son sagrados. Tú has querido venderme toda la madera que acarreaba el asno. Las albardas son de madera; luego las albardas son mías.

El barbero, mientras hablaba, quitaba las albardas. Cuando la tuvo en su poder, lanzó con desprecio al suelo las pocas monedas que debía al leñador y entró en su casa.

Indignado por la actitud de Alí, el leñador se dirigió a toda prisa a casa del califa para reclamar justicia. Pero el califa, después de oír la historia, dio la razón a Alí.

-Es una pena dijo al leñador-; pero hiciste un trato y debes respetarlo. Sin embargo, escucha lo que puedes hacer...

El califa se acercó al leñador y le habló en voz baja. Las palabras del califa debieron llenar al leñador de satisfacción, pues salió radiante de palacio.

Al cabo de un tiempo, el leñador entró en la barbería de Alí y preguntó:

-¿Cuánto cobrarías por afeitarnos a mí y a mi compañero?

Regatearon un rato y, al fin, llegaron a un acuerdo. El leñador se sentó y el barbero empezó su trabajo. Cuando hubo terminado, dijo al leñador:

-Bueno: ya puedes ir a buscar a tu compañero.

El leñador se levantó, salió de la barbería e inmediatamente volvió a entrar con su asno. Alí gritó indignado:

-¿Cómo te atreves a entrar con un asno en mi barbería, la más lujosa y célebre de toda la ciudad?

-Es que él es mi compañero...

-¿Tu qué?

Alí comprendió la trampa, pero no quiso darse por vencido.

-Es imposible. No se ha visto jamás que un barbero afeite un asno.

-Se haya o no se haya visto, es mi compañero. Cuando hicimos el trato, te comprometiste a afeitarlo...

Discutieron acaloradamente y, al final, decidieron presentarse al califa para que éste le dijera quién tenía la razón. Así pues, se dirigieron a palacio, acompañados por una multitud de curiosos.

Cuando el califa los hubo escuchado, recordó, con gran severidad, al barbero:

-¿No fuiste tú el que exigió que se cumpliera al pie de la letra el trato que habías hecho con el leñador? Pues ahora cumple lo que has pactado.

Entre los gritos de la gente que se reía de Alí y celebraba la sabiduría y justicia del califa, aquél se vio obligado a preparar un gran cubo de agua jabonosa para afeitar al animal de punta a rabo.

(Anónimo).

Vivimos la lectura
Actividades de comprensión y expresión

1. Elige y copia en tu cuaderno la respuesta correcta:

El texto anteriormente leído se puede clasificar como:

* Fábula

* Leyenda

* Historieta.

* Cuento.

* Noticia.

* Drama.

2. Inventa un nuevo título para el texto.

3. El título que trae el texto se relaciona con los dos personajes principales. El título que tú inventaste, ¿a qué hace referencia?

Vocabulario

4. Estudiemos algunas palabras tomadas del cuento:

a. Teniendo en cuenta el sentido de la lectura, deduce el significado de: califa, albarda, haces.

b. Busca en el diccionario el significado de esas palabras. Compáralos con las definiciones que tú diste. ¿Qué tanto te aproximaste?

c. De acuerdo con el significado de la palabra califa, ¿Dónde crees que se desarrollan los acontecimientos del cuento? ¿Por qué?

Ortografía

d. El singular de la palabra haces es haz. Busca el plural de estas palabras: paz, luz, audaz, sagaz, voz, pez, veraz, fugaz, feroz.

e. Deduce la regla ortográfica que aplicaste en el literal anterior.

f. Existen otras palabras que se pronuncian como haz, pero que tienen otro significado:

Haz: montón de leña, hierba, espigas. Imperativo del verbo hacer. Ejemplo: Haz bien tu trabajo.

As: carta de la baraja que lleva el número 1 (uno). Ejemplo: Me salió un as.

Has: pasado del verbo hacer. Ejemplo: Tú no has hablado.

Toma del recuadro anterior la palabra adecuada para completar cada una de las siguientes oraciones en tu cuaderno:

- Ganó la partida de naipe cuando le llegó el...

-¿Aún no...terminado de hablar por teléfono?

-Levántate pronto y...tus ejercicios de gimnasia.

- Cuando fuimos al campo, trajimos un...de trigo.

5. Escoge y copia en columnas diferentes las palabras correspondiente a las características o cualidades del barbero y del leñador.

* arrogante

* rico

* ingenuo

* justo

* cruel

* obediente

* honesto

* avara
Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...