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Aurelio González Canale Pedagogo
Cuando hablamos de malla curricular, de programa académico, de fines, propósitos, objetivos, metas educativas, de planeamiento, de capacidades, competencias, logros ; de conocimientos en la dinámica del avance científico-tecnológico, de la noticia, de la intercomunicación de experiencias (inventos, descubrimientos, etc.) en la conquista del saber, de la capacitación y actualización de todos los actores del quehacer universitario Estamos refiriéndonos a la organización y administración de las gestiones pedagógicas y didácticas de la educación; en nuestro caso, la universitaria.
Malla y programas: Ambos representan la organización y sistematización previa del trabajo académico a realizarse en la actividad áulica. La malla se refiere al conjunto de asignaturas o materias organizado por curso, niveles y por carrera, el cual debe responder a un lenguaje lógico (ordenamiento progresivo del conocimiento), psicológico (en atención a la maduración de entendimiento del educando) y social (es decir, lo que la sociedad exige en ese momento) bien graduado en la relación docente-alumno. El programa, con el mismo presupuesto referido a la malla curricular, se refiere a pormenorizar el contenido cognitivo de un área específica (la asignatura), por ejemplo: Biología, Histología, etc., teniendo en cuenta estos dos aspectos: a) el cuestionario, el temario: es el mapeo o índice de los temas fundamentales que requiere la materia para "hacer fuerza" y conjunto dinámico a la malla curricular; b) el programa en sí: que es la explicitación del temario con la orientación precisa de lo que se debe hacer y realizar para lograr el aprendizaje deseado.
Hoja de ruta: Tras estas breves consideraciones realizadas en relación con el hecho de la enseñanza-aprendizaje y sus pilares: la malla y los programas curriculares, estamos en el entendimiento de que la labor académica, a más de ser sistemática, debe estar responsablemente respondiendo a las necesidades actuales y emergentes de la sociedad. Sin estos presupuestos, no hablemos de universidad; hablemos más bien de máquina de hacer dinero.
En conclusión: La Dirección Académica de la universidad es la responsable que la actividad académica universitaria sea efectiva supervisando la dinámica pedagógico-didáctica de la malla y los programas curriculares en todo momento: el planeamiento y el proceso de la enseñanza-aprendizaje.
ACTIVIDAD.
Apreciado/a alumno/a: infórmate sobre este tema en tu facultad y exige una universidad eficiente con control de calidad; está en tu derecho hacerlo.
Cuando hablamos de malla curricular, de programa académico, de fines, propósitos, objetivos, metas educativas, de planeamiento, de capacidades, competencias, logros ; de conocimientos en la dinámica del avance científico-tecnológico, de la noticia, de la intercomunicación de experiencias (inventos, descubrimientos, etc.) en la conquista del saber, de la capacitación y actualización de todos los actores del quehacer universitario Estamos refiriéndonos a la organización y administración de las gestiones pedagógicas y didácticas de la educación; en nuestro caso, la universitaria.
Malla y programas: Ambos representan la organización y sistematización previa del trabajo académico a realizarse en la actividad áulica. La malla se refiere al conjunto de asignaturas o materias organizado por curso, niveles y por carrera, el cual debe responder a un lenguaje lógico (ordenamiento progresivo del conocimiento), psicológico (en atención a la maduración de entendimiento del educando) y social (es decir, lo que la sociedad exige en ese momento) bien graduado en la relación docente-alumno. El programa, con el mismo presupuesto referido a la malla curricular, se refiere a pormenorizar el contenido cognitivo de un área específica (la asignatura), por ejemplo: Biología, Histología, etc., teniendo en cuenta estos dos aspectos: a) el cuestionario, el temario: es el mapeo o índice de los temas fundamentales que requiere la materia para "hacer fuerza" y conjunto dinámico a la malla curricular; b) el programa en sí: que es la explicitación del temario con la orientación precisa de lo que se debe hacer y realizar para lograr el aprendizaje deseado.
Hoja de ruta: Tras estas breves consideraciones realizadas en relación con el hecho de la enseñanza-aprendizaje y sus pilares: la malla y los programas curriculares, estamos en el entendimiento de que la labor académica, a más de ser sistemática, debe estar responsablemente respondiendo a las necesidades actuales y emergentes de la sociedad. Sin estos presupuestos, no hablemos de universidad; hablemos más bien de máquina de hacer dinero.
En conclusión: La Dirección Académica de la universidad es la responsable que la actividad académica universitaria sea efectiva supervisando la dinámica pedagógico-didáctica de la malla y los programas curriculares en todo momento: el planeamiento y el proceso de la enseñanza-aprendizaje.
ACTIVIDAD.
Apreciado/a alumno/a: infórmate sobre este tema en tu facultad y exige una universidad eficiente con control de calidad; está en tu derecho hacerlo.