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El sábado pasado, en una granja de Andoversford, Inglaterra, cerca de Cheltenham, Joshua, un niño de dos años, fue atacado por el perro de raza Collie de sus abuelos cuando jugaba con él.
El niño quedó con la cara cubierta de sangre y en el hospital de Gloucestershire tuvieron que darle 200 puntos de sutura, marcas que le quedarán de por vida.
Joshua, tendrá que ser nuevamente intervenido quirúrgicamente antes de que pueda regresar a su casa.
Según informaron los familiares del pequeño, "Joshua estaba acariciando al perro cuando éste saltó y le mordió la cara. Su padre y todos los presentes fueron corriendo para alejar al animal del menor".
El niño quedó con la cara cubierta de sangre y en el hospital de Gloucestershire tuvieron que darle 200 puntos de sutura, marcas que le quedarán de por vida.
Joshua, tendrá que ser nuevamente intervenido quirúrgicamente antes de que pueda regresar a su casa.
Según informaron los familiares del pequeño, "Joshua estaba acariciando al perro cuando éste saltó y le mordió la cara. Su padre y todos los presentes fueron corriendo para alejar al animal del menor".