Asegurar calidad de agua para una buena producción avícola

En producción pecuaria, el agua siempre ha sido un factor importante. Sin embargo, con la intensificación de la producción, como por ejemplo en avicultura, la necesidad de que el vital liquido sea de calidad es fundamental, y la doctora Belén Zárate explica más sobre este punto.

En producción intensiva de animales como en la avicultura, la calidad del agua es fundamental.
En producción intensiva de animales como en la avicultura, la calidad del agua es fundamental.Victor Florentin

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“Desde el inicio de la producción, ya notamos que el agua es parte muy importante en la avicultura, pues el animal consume el doble de agua en relación al consumo de alimento, lo que nos indica que debe ser un punto de cuidado en todo momento”, empezó diciendo.

El cloro adecuado

“Hoy por hoy, la tecnología y el fácil acceso a la información nos demuestran que existen variadas formas de tratar el agua, formas de clorarla y cómo hacerlo de manera eficiente, y si estamos haciendo lo correcto en la granja. Lo importante es no caer en el error de utilizar cloros que no son los ideales para el agua de consumo animal”, destacó.

Tratamiento del agua

“Actualmente, existen equipos de tratamiento de agua eficientes y acorde para todo tipo de unidad avícola; este sistema consta de cuatro partes principales, el primero es el sistema de cloración por pastillas, utilizando un tricloro estabilizado especial para consumo animal. Esto aporta la cantidad de cloro necesario, considerado como la parte más importante del tratamiento del agua, debido a que se reduce la concentración bacteriana, es decir, logra desinfectar el agua de cualquier origen”, dijo la doctora.

Acidificación del agua

“El segundo paso dentro de lo que es el tratamiento del agua como bebida es la acidificación, que ayuda a maximizar la eficiencia de la producción. Los ácidos orgánicos eran más comúnmente empleados en los alimentos, pero al utilizarlos también en el agua mejora en gran medida el efecto de la cloración regulando el pH (acidez o alcalinidad)”, confirmó.

Un pH ideal

“En producción avícola se busca que el agua tenga un pH entre 5,5 a 6,5 para que el cloro se mantenga en el estado deseado y cumpla su función desinfectante. Además de lo mencionado, la acidificación ideal del agua ayuda en gran medida en la salud intestinal de los animales, por ejemplo a inicio del lote, los ácidos promueven el crecimiento y desarrollo intestinal del pollo ayudando así a la mejor conversión y el aprovechamiento del alimento”, afirmó la profesional.

El filtraje

“Ahora vamos al tercer paso: el filtraje, que tiene por función la retención de cuerpos extraños de modo de que no existan obstrucciones en las cañerías o afecte la calidad del agua a ser consumida. Es importante tener en cuenta la limpieza del filtro que se debe realizar una vez por semana o según necesidad”, dio como dato la doctora.

Dureza del agua y el cuarto paso

La doctora Belén Zárate explicó que se denomina dureza del agua a la alta concentración de compuestos minerales en el liquido, principalmente de sales, magnesio y calcio.

“Siguiendo con lo que sería una miniplanta de tratamiento, el agua debe pasar por un cuarto paso, que es denominado como antidureza o antigoteo, donde se utiliza el refil de fosfato que ayuda a mantener las cañerías y nipples en buen estado, debido a que el agua produce cristales por las altas cantidades de sales que posee, los cuales dañan a las cañerías y equipos produciendo incrustaciones, provocando también las camas húmedas por los goteos en los nipples”.

Ayuda a la medicación

“El fosfato mejora el estado del agua y la eficiencia de las medicaciones, ya que los medicamentos actúan mejor en ausencia de los ya mencionados cristales. Culminado estos cuatro pasos, el agua está lista para ser consumida por los animales”, finalizó.

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