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‘‘Nosotros presentamos la denuncia y ahora todo está en manos de la justicia’’, señaló Roberto Carlos Quiñónez, uno de los denunciantes. Los tres expresaron su temor a que algo malo les pase ‘‘porque él (el obispo) tiene mucho dinero y poder’’. La acción judicial se fundamenta en los artículos 128 y 130 del Código Penal, que se refieren a coacción sexual y abuso sexual en personas indefensas.
Gamarra señaló que su relación con el religioso comenzó cuando tenía 17 años, alrededor de 12 años atrás, y desde entonces se han mantenido los contactos frecuentes hasta la actualidad. El testimonio ofrecido por Roberto Carlos Quiñónez da cuenta de que sus relaciones con Livieres Banks comenzaron en el año 1990, entonces tenía 17 años. Los encuentros se realizaban en la oficina del obispado, en horas de la noche, y a cambio frecuentemente le daba sumas de dinero. El tercer denunciante, Mario Garay, afirmó que su relación comenzó cuando estaba haciendo el servicio militar como auxiliar en la Policía de Tránsito de la Municipalidad de Encarnación. Garay es comerciante, actualmente está casado y tiene una despensa en la ciudad.
Por su parte, el obispo diocesano Mons. Jorge Livieres desmintió las denuncias en su contra. ‘‘Quiero desmentir categóricamente la denuncia. Me parece muy delicado y doloroso que en un momento en que arrecian denuncias contra la Iglesia me tenga que ver envuelto en esto’’, dijo.
Añadió que los jóvenes pretendieron chantajearlo y que, al no acceder a sus pretensiones, procedieron a denunciarlo. ‘‘Me pidieron dinero, una suma exorbitante, 30.000 dólares’’, afirmó.
El religioso reconoció que conoce a los jóvenes. ‘‘Son jóvenes que siempre andan merodeando por ahí (el obispado) pidiendo trabajo o alguna beca’’, dijo, pero rechazó que haya mantenido relaciones sexuales con los mismos.
PERFIL DE LOS INVOLUCRADOS
Rubén Gamarra, soltero (28), oriundo de Encarnación. Durante siete años, y hasta hace un par de años atrás, trabajaba como asistente en un estudio arquitectónico del Arq. Julio César Arce. ‘‘Un día, sin explicación alguna, me despidieron y me hicieron firmar un documento donde yo renunciaba a cualquier acción’’. Sospecha que su despido obedeció a que se supo de ‘‘la relación que tenía’’.
Dijo ser afiliado al Partido Colorado y su candidato de preferencia es Duarte Frutos, pero no milita en política. Respecto de la decisión que lo llevó a denunciar señaló que se debe al daño moral y personal que le ha provocado la experiencia que le tocó vivir con el religioso.
Mario Garay (28) es oriundo de Carmen del Paraná. Vino a Encarnación a cumplir el servicio militar obligatorio como auxiliar en la Municipalidad. Luego de cumplido el servicio, se habría quedado a vivir un tiempo aquí. Estuvo un tiempo en Buenos Aires (Argentina) y luego regresó a Encarnación. Actualmente vive acompañado de una mujer y posee una pequeña despensa en el barrio San Miguel del distrito de Cambyretã.
Roberto Carlos Quiñónez (29), oriundo del departamento de Misiones. Desde muy jovencito, alrededor de 1990, fue traído a Encarnación por un sacerdote y vivió como una especie de criado en la iglesia Catedral, según nuestras fuentes.
Monseñor Jorge Livieres Banks sustituyó como obispo encargado de la prelatura de Encarnación a Mons Juan von Winkel, quien en 1987 se jubiló. Antes de la visita del papa Juan Pablo II a Encarnación, en mayo de 1988, Livieres se hizo cargo de la prelatura que un año después se elevaría a la categoría de diócesis.